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Análisis de Alfons García: El día que Puig se enfrentó a Compromís

El 4 de marzo de 2019 adelantó los comicios: ganó la partida electoral pero abrió las heridas con sus socios

Análisis de Alfons García: El día que Puig se enfrentó a Compromís

En ajedrez, jugar con blancas da una ligera ventaja. El 4 de marzo de 2019, Ximo Puig hizo uso de su potestad como president de la Generalitat para abrir con blancas, movió el primero el peón y acabó ganando la partida, si por ello se entiende que en estos momentos continúa en el Palau de la Generalitat. Aquel día, hace un año, decretó el adelanto de las elecciones autonómicas (del 26 de mayo al 28 de abril) a pesar de la oposición del socio de gobierno (Compromís). De la efeméride muchos ni se acuerdan, pero aquella herida ha tenido un peso importante en todo lo sucedido en el último año.

Aquel 4 de marzo la agenda de Puig estaba marcada por una reunión con la ministra de Hacienda que nunca llegó a producirse. El debate venía de lejos, del verano anterior, pero se reactivó después de que Pedro Sánchez anunciara la disolución del Congreso y convocara elecciones para el 28 de abril. El 3 de marzo, domingo, todo parecía cantado. Muchos esperaban la visita de la vicepresidenta y líder de Compromís, Mónica Oltra, al Palau aquella tarde, pero no se produjo. Puig había llegado al mediodía desde Morella y había reunido a su equipo y un grupo de dirigentes próximos del PSPV, Manolo Mata y Alfred Boix entre ellos.

La decisión no se anunció, pero estaba tomada. Empezó a ser definitiva el viernes previo, cuando Puig y Mata se reunieron con los mandos de Podemos en la Comunidad Valenciana, Rubén Martínez Dalmau y Antonio Estañ, y constataron que no se oponían (en especial, el último, que había mostrado más reticencias). Esquerra Unida, la otra parte de Unides Podem, tampoco era beligerante. El día siguiente, sábado, el jefe del Consell estaba en Morella. Desde allí realizó una ronda de llamadas a políticos y representantes sociales. La decisión del adelanto se puede considerar tomada ese momento.

El día 4 (lunes) fue el día. Tampoco había mucho margen. El 5 se agotaba el plazo para convocar en tiempo y forma elecciones el 28 de abril. El equipo de Puig se puso en contacto a primera hora con el de Oltra y esta se personó poco después en el Palau entre gran despliegue mediático. Los suyos aseguran que salió sin la seguridad de que iba a haber adelanto, aunque todo parecía abocado a ello. El pleno del Consell se convocó para primera hora de la tarde. Fue la parte bronca del episodio: los dos socios del Consell no se ponen de acuerdo por primera vez desde 2015. No se llega a votar, pero Oltra atribuyó el adelanto al voto de calidad del president en un gobierno de diez miembros, cinco de cada partido.

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