La reunión de subsecretarios preparatoria del pleno del Consell, más conocida como «consellet», debería ser un órgano plano y anodino, de trámite administrativo, pero últimamente es el escenario de pequeñas batallas sobre proyectos en el último minuto antes de llegar al pleno del ejecutivo autonómico de los viernes. Pasó ayer, en distinto grado de discrepancia, con dos iniciativas que ya no serán aprobadas esta mañana. Deberán tener un periodo mayor de maduración entre los socios.

El mayor roce, según las fuentes consultadas tanto del PSPV como de Compromís, se produjo por el Observatorio del Trabajo Decente. La idea era que el gobierno tripartito diera luz verde hoy a la comisión que lo conforma. El departamento de Economía Sostenible presentó la lista de miembros, pero en ella no estaban el director general de Modelo Económico (de la Conselleria de Hacienda) ni la responsable de Diálogo Social (adscrita a Presidencia), a pesar de que los socialistas habían pedido que formaran parte de un órgano de consulta, que no tiene una función vinculante en principio. Economía alegó razones de paridad, según las fuentes consultadas, y finalmente el proyecto volvió al cajón.

Antes de ello, en un grado menor de tensión, la Conselleria de Hacienda, en manos de los socialistas, retiró de la carpeta de asuntos del pleno de hoy el decreto de liquidaciones de Ribera Salud, una historia que viene de lejos (están pendientes pagos de 2013) y sobre la que parece que finalmente se ha llegado a un acuerdo entre Administración y la empresa. Los representantes de Compromís habían expresado antes del «consellet» que no se había explicado previamente la solución adoptada y quedaban flecos, y la conselleria optó por retrasar el decreto. Evitó así un posible conflicto en la reunión, aunque la consecuencia fue la misma: aparcar la iniciativa. Representantes de ambos partidos restaron ayer trascendencia a lo sucedido. Ni a fricción llegó, según fuentes de Compromís. Nada anormal en una coalición, según los socialistas. En todo caso, las diferencias podrían llegar resueltas al último trámite antes del pleno.

Datos autonómicos del CIS

El 39,4 % de los valencianos valoran de forma positiva el nuevo Gobierno formado por PSOE-Podemos en sus primeros compases de vida. La cifra, contenida en el último barómetro del CIS correspondiente a febrero, es cuatro puntos superior a la recabada en el conjunto de España (35,6 %), donde la valoración del Ejecutivo es ligeramente peor. En comparación con el Gobierno de Rajoy, el 47,1% de los valencianos creen que las cosas van a ir ahora «algo o mucho mejor». Los socialistas gararían otra vez las generales.