Ciudadanos no quiere estrechar lazos con el Partido Popular de la Comunidad Valenciana y avanzar en la concreción de un futuro pacto electoral. Los principales cargos de la formación naranja mostraron ayer su unidad -cosa que no es tan fácil que ocurra en otros temas- y defendieron al unísono que ni es el momento ni el lugar. Una cuestión es la coalición alcanzada por el PP y Cs para las elecciones autonómicas en Euskadi y otra que este acuerdo se extrapole a la Comunidad Valenciana donde aún quedan tres años de legislatura y, por tanto, para regresar a las urnas. Ni desde València, ni desde Alicante ni desde Madrid, los dirigentes de la formación que estos días vive su particular peregrinaje por el desierto hasta que se confirme de forma definitiva a Inés Arrimadas como presidenta en la próxima asamblea general -prevista para mediados de marzo-, se mostraron abiertos a adelantar cualquier tipo de acuerdo con los populares.
La portavoz adjunta de Ciudadanos en las Cortes, Ruth Merino fue la primera ayer en asegurar que «todavía quedan tres años de legislatura, por lo que no hay ninguna necesidad de hablar de pactos». La «número dos» de Toni Cantó en el parlamento valenciano, acompañada por el diputado alicantino Fernando Llopis dejó bien claro que, a día de hoy «tenemos nuestro propio espacio y nuestras diferencias con el PP». Y como muestra de «diferencias», Merino argumentó que Cs «es más combativo frente a la corrupción y al nacionalismo». Además, tampoco se mostró partidaria de desplegar una estrategia general de oposición conjunta, yendo de la mano con el PP y frente al Botànic para el resto de la legislatura, más allá de poder compartir posicionamientos en casos concretos, como parte de la labor de oposición en el parlamento.
En este sentido cabe recordar que si en las últimas semanas se ha producido algún acercamiento entre partidos dentro de las Cortes, este se dio en el apoyo que Cs le dio a la propuesta de PSPV, Compromís y Unidas Podemos para reclamar la reforma de la financiación, en contra de lo que hizo el PP que se quedó al margen del acuerdo. Ese respaldo fue valorado por el jefe del Consell, Ximo Puig, que le dio las gracias a Toni Cantó. Punto y final.
Sin elecciones a la vista
Esta misma negativa a profundizar en pactos con el PP la mantienen, a día de hoy, los dos principales cargos alicantinos de Cs en Madrid, el senador Emilio Argüeso y la diputada Marta Martín. El primero, que todavía es secretario autonómico de Organización (cargo que dejará cuando se forme la nueva dirección), esgrime que «aún quedan tres años» para pensar en ese tema. Y la segunda descarta esa posibilidad porque no hay elecciones sobre la mesa en la Comunidad Valenciana. En cambio, «se trata de tener una alternativa constitucionalista en territorios donde la amenaza nacionalista es real», como «son Cataluña y Galicia», afirmó Martín.
Desde la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante, entidades donde Cs ya gobierna con el PP, la vicepresidenta de la institución provincial, Julia Parra considera que «no es el momento para plantearlo, es muy pronto, faltan tres años». Parra mantiene que la colaboración debe ser en lugares puntuales y pone el énfasis en que «los constitucionalistas vascos tengan una alternativa ilusionante para sumar frente al nacionalismo y que no se pierda ni un solo voto constitucionalista». En ese sentido «en lugares donde haya un avance del nacionalismo separatista estaremos abiertos», incluida en esta Comunidad «si así lo fuera». Para el portavoz de Cs en la Diputación, Javier Gutiérrez, ahora se trata de cerrar «pactos con partidos constitucionalistas». El diputado provincial destaca que el acuerdo con el PP «se lleva a cabo con buen entendimiento y eso se nota en el consenso, en la gestión y la transparencia», pero «de ahí a ampliar el pacto, eso es mucho hablar», dijo Gutiérrez.
Por último, desde el Ayuntamiento, la vicealcaldesa Mari Carmen Sánchez compartió ayer el mismo argumentario, basado en «sumar esfuerzos en el constitucionalismo que refuerce nuestro Estado de Derecho y defienda la unidad de España». Una labor que se debe hacer con «sensatez, lealtad y seriedad», añadió. Distintos escenarios y momentos para un partido en refundación.
Los compromisarios «rebeldes» todavía no se organizan en Alicante
A medida que se acerca el sábado 29 de febrero, fecha fijada por la dirección de Ciudadanos para que la militancia tenga la segunda oportunidad de elegir a los compromisarios que los representarán en la asamblea general del 14 y 15 de marzo, siguen surgiendo muchos movimientos de militantes «rebeldes» que están pidiendo el voto a sus compañeros sin estar dentro de las listas «oficiales» apoyadas por la dirección del partido. Sin embargo, los grupos organizados por redes sociales bajo el paraguas #CsEresTú no están proliferando todavía por la provincia de Alicante. Sin ir más lejos, existen en Valencia y Murcia pero no por localidades alicantinas a pesar de que el malestar va en aumento. Para las trece plazas de compromisarios que le corresponden a Alicante (uno por cada 100 militantes -de los escasos 1.200 afiliados actuales- más uno por cada provincia), se han presentado 40 candidatos, de los que 13 están agrupados en un listado conjunto, con fotos rodeadas de un marco naranja, acompañados del hashtag «Con Inés Unidos y Adelante». Toda esta tensión por unas elecciones internas «teledirigidas» se están simultaneando con la duda despejada por el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, que finalmente presentará candidatura para medirse a Arrimadas en el proceso de primarias para elegir al máximo dirigente del partido.
