Un paso al lado que puede servir como plataforma para tratar de ganar impulso. El secretario autonómico de Organización de Ciudadanos, Emilio Argüeso, tiene previsto dejar este cargo nada más se supere la asamblea general de la formación naranja, donde está previsto, salvo sorpresa, que la diputada catalana Inés Arrimadas asuma la presidencia a la que renunció Albert Rivera horas después de la debacle del 10-N. Un cónclave programado para mediados de marzo donde, además de la dirección nacional de la formación naranja, está en juego el mando de las direcciones territoriales, incluido el comité ejecutivo de la Comunidad Valenciana, por cuyo control pujan desde hace meses el síndic en las Cortes, Toni Cantó y el propio Emilio Argüeso.

Diputado autonómico de Cs por Alicante entre 2011 y 2015 y ahora senador elegido por las Cortes en representación de su partido desde el verano pasado, Argüeso pertenece al Consejo General de Cs, el máximo órgano político del partido entre asambleas generales, que estos últimos meses se ha encargado de activar la gestora transitoria. Con un partido que se sostiene con pinzas después de la marcha de Rivera, afectado por una evidente pérdida de militantes -como ha quedado demostrado con la disminución de compromisarios que participarán en el congreso- y sin definir una estrategia política concreta con pactos cerrados con el PP y guiños constantes dirigidos a los socialistas, todo centímetro de margen se puede convertir en kilómetros si se juega con cierta habilidad.

Después de semanas donde los afines a Cantó han pedido la dimisión de Argüeso y viceversa, ahora es el senador alicantino el que anuncia su decisión de «apartarse»·momentáneamente de la primera fila de la dirección autonómica, al dejar la secretaría de Organización. Una renuncia que viene acompañada de un «me pongo a la disposición del partido» y «aceptaré el puesto donde me quieran poner». Es decir, en plena negociación por saber quien va a ser la persona elegida por el comité ejecutivo nacional para asumir el cargo de coordinador autonómico (el nuevo máximo representante que sustituye al portavoz existente hasta la fecha), Argüeso abre el campo de visión y presenta sus credenciales para ampliar sus responsabilidades.

Conexión en cadena

Ese mismo comité ejecutivo nacional, que casi con toda seguridad tendrá a Inés Arrimadas al frente, además de ser otro posible escenario donde puede acabar Argüeso -cada vez más asentado en Madrid al convertirse en senador y siempre muy cercano al responsable nacional de Organización, Fran Hervías-, debe ser el mismo que marque la línea en gran medida los componentes de las direcciones autonómicos y provinciales, órganos que deben sufrir una profunda renovación.

Con este movimiento de Argüeso, la «patata caliente» sobre quien va a controlar el partido en la Comunidad se pasa tanto a Toni Cantó como a la diputada por Alicante, Marta Martín. El síndic en las Cortes se ha mostrado muy interesado desde el 10-N en recorrer todas las comarcas , especialmente las alicantinas, donde podría contar con menos apoyo, siempre lanzando la idea de que el resultado de las elecciones autonómicas del 26 de abril, con él de cabeza de lista, fue mejor que el de las generales de noviembre. Y la parlamentaria en el Congreso, la que aparentemente mejor relación tiene con Arrimadas, se enfrenta a la tesitura de ser la nueva referente autonómica del partido, compatibilizando ese cargo con su escaño en Madrid. Ni Cantó ni Martín han movido ficha mientras Argüeso respira tranquilo.

Suspendida la elección de compromisarios

Ciudadanos canceló ayer el proceso de elección de compromisarios para la Asamblea de marzo, así como de las primarias para elegir candidatos en Galicia y País Vasco, por los fallos informáticos detectados en el proceso de votación telemática. Militantes del partido se quejaron en las redes de la imposibilidad para votar. La formación naranja elegirá a sus compromisarios el 29 de febrero y las primarias para los cabeza de lista en Galicia y País Vasco serán el 26 y 27 de este mes.