P La medidas económica del Gobierno propuestas en el primer Consejo de Política Fiscal
R En el orden del día de la reunión solo había dos puntos para acordar: el techo de déficit para 2020 y la senda de estabilidad para 2021-2023. Y sobre esos dos puntos estoy muy contento. El tope de déficit se ha aumentado dos décimas, cuando el que heredamos de Montoro era cero y ahora será del 0,2%, y eso supone más liquidez. Y con la senda de estabilidad se ha aplazado la convergencia hasta el 0% dos años, tenía que ser ahora y será en 2022. Todo ello va bien para las comunidades autónomas que somos las que tenemos que hacer frente al estado del bienestar, especialmente para las que estamos peor financiadas.
P ¿No era el día para hablar de la reforma de la financiación
R No estaba en el orden del día pero yo aproveché para lanzar todo el «pack» de reivindicaciones nuestras. La primera de todas, y era mi compromiso que adquirí en la comisión mixta Cortes-Consell, fue reclamar un inmediato comienzo de los trabajos de negociación para un nuevo sistema de financiación autonómica. También recordé el tema del IVA, muy dificultoso abonar ahora con la liquidación de 2017, para el que la ministra Montero dio la solución adecuada con los presupuestos de 2019 que con el voto en contra del PP, Cs y los independentistas fracasó. Ahora, fuera del plazo legal, había que buscar una solución imaginativa, como la planteada, para hacer frente a las deudas de 2020 por el déficit extraordinario que supuso no disponer de ese 0,2% del IVA pendiente.
P En 2019 hubo tres convocatorias electorales y varias reuniones entre Vicent Soler y María Jesús Montero. En esos momentos, con la liquidación del presupuesto de 2017 ya hecha, no se habló de que el dinero del IVA
R El escenario es muy diferente. Una cosa es lo que se puede hacer en el año de la liquidación, que era 2019 ,y otra lo que se puede hacer en el año 2020. La solución ideal fue la que el Gobierno dio en el contexto de los presupuestos generales del Estado en 2019. Técnica y legalmente, es diferente.
P En todo caso, ¿usted votó a favor de estas medidas en el Consejo de Política Fiscal?
R Naturalmente porque significaba una ampliación del techo de déficit. Lo que teníamos era lo que había dispuesto Montoro que era 0% de déficit y ahora tenemos dos décimas más. Evidentemente, todo esto son parches, lo importante es el nuevo sistema de financiación autonómica pero tenemos problemas de caja, de liquidez y esto nos permite tener mas holgura en la gestión. Todo eso se trasladará a la gran negociación que tendremos que tener, paralela al sistema de financiación, sobre la deuda acumulada por la infrafinanciación. En ese momento nos veremos las caras con el Gobierno de España y con todas las comunidades autónomas.
P En los últimos meses, el PSPV
R Eso es una broma de mal gusto. ¿Qué seguidismo hago? ¿El que me dan con una solución imaginativa ante el problema creado por el PP al que no ofreció ninguna solución cuando tocaba? Seguidismo ¿de qué? Cuando me solucionan un problema de caja, de liquidez, cuando tengo problemas para pagar a proveedores... Estoy insatisfecho ya que lo que tiene que haber es un nuevo sistema de financiación y estos son parches, pero parches importantísimos porque al final quien lo paga son nuestros provedores.
P El resultado de la repetición de las generales ha permitido formar gobierno pero ha fragmentado más el Congreso. ¿Esa división perjudica a la hora de negociar la reforma de la financiación autonómica?
R Yo soy optimista. A pesar de la fragmentación, la parte del Congreso que ha permitido la investidura de Pedro Sánchez puede tener muchas cosas en común para llevar a cabo esta reforma. Ya lo veremos, porque yo no soy profeta, pero soy optimista.
P ¿Y no cree que hay más competencia para que la Comunidad reciba lo que le pertenece?
R Creo que la miopía de algunas comunidades autónomas es no discernir que estamos en un escenario afortunadamente distinto al de 2002, cuando José María Aznar y Eduardo Zaplana pactaron unas condiciones que nos dejaron en la cola. Y luego, José Luis Rodríguez Zapatero en 2009 quiso cambiar, no pudo mejorar el «status quo» y solo mejoró el eje del Mediterráneo, a los que estábamos peor. Ahora, según el dictamen de los expertos, existe una insuficiencia financiera del conjunto de las comunidades que se han hecho cargo de tres de los cuatro pilares del estado de bienestar y los recursos no han llegado con la misma diligencia. Este montante de recursos, fijado en 16.000 millones para 2015, podía hacer de colchón a la hora de las discusiones en horizontal, los que estamos peor podemos mejorar sin afectar a los que están mejor, que también pueden mejorar un poco más. Este escenario no es el de antes, donde la suma daba cero y solo se podía mejorar empeorando a los que estaban peor.
R Saldremos reforzados todos porque el compromiso era de todos los partidos del Botànic, tanto del PSPV como de Podemos. Todos queremos un nuevo sistema porque llevamos retraso de muchos años y es perentorio para el conjunto de este Estado compuesto llamado España, para el estado de bienestar que una parte la llevan las comunidades autónomas, y lo es para la ciudadanía, para reducir las listas de espera, reducir barracones, reducir la ratio de alumnos por aula y aumentar la capacidad financiera de familias que tienen dependencia. Lo es en general y sobre todo para los que estamos peor financiados, que somos nosotros.
P Y Podemos, socio en València del Consell
R Hay una lógica de complicidades muy grandes en toda la izquierda que ofreció su apoyo a Pedro Sánchez. Las reticencias miopes son por parte de la derecha y no de toda la derecha. Por ejemplo, el caso de Murcia o Galicia no tiene nada que ver, si votan juntos, habrá que hacérselo mirar. La disciplina de partido se superpone a las necesidades de cada una de las comunidades autónomas.
P ¿Tiene fecha el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera? ¿Parece que todo se confía a ese próximo encuentro?
R En realidad no tanto, allí se verá la segunda parte de la senda del déficit pero yo quiero confiar más en los presupuestos del Estado para 2020. Mientras no llegue la nueva financiación, para los que estamos mal, se debe conceder el déficit asimétrico porque todos tenemos las mismas obligaciones y no tenemos los mismos recursos. Y por otra parte, debe haber presupuestos que financien políticas cómplices como las que llevamos nosotros. Estoy convencido que con el nuevo Gobierno de España tendremos muchas políticas sociales y habrá, por ejemplo, más financiación para la dependencia, que Rajoy dejó en el 12% cuando la ley exige el 50% entre el Estado y las autonomías.
P ¿Los presupuestos 2020 son la «prueba del algodón» para evaluar si el Gobierno tiene voluntad real de comenzar a compensar el maltrato histórico con la Comunidad Valenciana y con la provincia de Alicante?
R Ya pasó con el proyecto de presupuestos de 2019 que no se aprobó en el Congreso. Alicante pasó de ser la peor financiada de España a tener un crecimiento relativo de los más importantes, con una dotación de infraestructuras sensiblemente diferente. No creo que las cosas vayan a peor en los presupuestos para 2020.
P La última medida planteada por el Consell es conseguir el «déficit asimétrico». Nos explica en qué consiste esta propuesta.
R El déficit para 2020 se ha aprobado en el 0,2%, dos décimas más de lo que teníamos con Montoro pero claramente insuficiente para nosotros. Por parte del ministerio el tema está abierto. Hay comunidades que pueden renunciar al 0,2% por tener más recursos para que otros superemos ese tope.
P ¿Qué puede estar bailando, otra décima, arriba y abajo?
R Nosotros estamos muy lejos, estamos en otra galaxia. Una décima no nos resuelve mucho cuando estamos por debajo de la media unos 1.500 millones. En todo caso la sensibilidad autonomista de la ministra Montero es infinitamente superior a la de Montoro. La ministra garantiza que la convergencia hacia Bruselas será mucho más suave para las comunidades que para el Estado.
P De la comisión mixta Cortes-Consell se salió con unanimidad. Tras el Consejo de Política Fiscal, toda la derecha le ha acusado de traicionar ese acuerdo ¿Qué opina al respecto?
R Cuando se lean el acta de la reunión verán como se tienen que tragar todas sus palabras.
P Los 1.325 millones, «ficticios» para unos y «reivindicativos» para otros, ¿los va a seguir incluyendo en los presupuestos de la Generalitat aunque los critique el Síndic Major de Comptes
R Vicent Cucarella no es el conseller de Hacienda y no tiene que abrir todos los días los hospitales, las escuelas... La última liquidación cierta supone que tenemos 1.500 millones menos que la media. ¿Quieren que quite del presupuesto esos gastos? ¿Nos lo tienen que decir todo? Nosotros no queremos maltratar a cinco millones de personas que viven entre Vinaròs y Pilar de la Horadada. Y por eso tenemos que incluir esa cantidad dentro del presupuesto.
P Y la deuda histórica, ¿usted insiste en su condonación?
R Naturalmente. Según los expertos, el 70% de la deuda acumulada se debe a la infrafinanciación, no desde 2002 sino desde los años 80 que recibimos las competencias en Sanidad y la Educación. Si no pedimos la compensación en paralelo al nuevo modelo de toda la deuda imputable a la infrafinanciación eso sería una trampa. No podemos cargar con la mochila de la deuda aunque nos pongan las mismas zapatillas que a los demás. No sería ni honesto ni tampoco justo. Hay que solucionar el futuro y hacerse cargo del pasado. Los valencianos nos hacemos cargo por la mala gestión y la corrupción del pasado y luego votamos libremente. Todo el déficit desde que esta el Botànic se debe a la infrafinanciación porque no gastamos más que los demás y lo que gastamos es con un protocolo de prioridades, con las personas por encima de todo.
