No fueron 70 días pero sí 68. Más de dos meses después de que el presidente de la Generalitat asistiera a una sesión de control en las Cortes, ayer, Ximo Puig regresó al parlamento valenciano a someterse a las preguntas de los grupos políticos, una serie de cuestiones que contestó, con réplicas incluidas, en menos de una hora. Tiempo para intentar retomar la iniciativa política en la reapertura del calendario de sesiones para terminar hablando casi de los mismos temas que protagonizaron debates vistos y oídos el año pasado. Financiación, asumir nuevas competencias del Estado ampliando el autogobierno y educación como «platos fuertes» del regreso de Puig a las Cortes, temas de los que se seguirá hablando en próximas sesiones.
Aprovechando que mañana viernes el Gobierno ha vuelto a convocar a todas las comunidades autónomas a un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), sin reunirse desde hace más de año y medio, Ximo Puig pidió ayer a las Cortes que se convoque hoy mismo una comisión mixta Consell-Cortes para preparar «la posición valenciana» ante el encuentro donde habrá que defender el pago del IVA y la negociación de un nuevo modelo de financiación autonómica más justo. La primera en mover ficha fue la síndica del PP, Isabel Bonig, quien mostró un requerimiento al Consejo de Ministros previo a la reclamación judicial de los 281 millones de euros que el Gobierno adeuda del IVA y se ofreció a romperlo si el pleno del Consell inicia este viernes el proceso judicial para reclamar «lo que corresponde a los valencianos».
Bonig acusó a Puig se ser «más socialista» que presidente de todos los valencianos, algo a lo que el jefe del Consell replicó que se necesita «mucha barra» para hablar del IVA, un problema que generó «exclusivamente» el Gobierno del PP y entonces los populares «no dijeron nada», por lo que sus palabras ahora «no tienen ningún sentido». Como prueba de la defensa que el Consell hace de los intereses de los valencianos, Puig destacó la convocatoria que ha promovido de la comisión mixta Consell-Cortes para que el conseller de Hacienda, Vicent Soler, acuda este viernes al Consejo de Política Fiscal con una postura conjunta. «Ayer, hoy y siempre defendemos los intereses de los valencianos, que no es solo la mensualidad del IVA, es una financiación justa para la Comunidad», recalcó Puig, que insistió en que el compromiso por parte de la ministra de Hacienda, la socialista María Jesús Montero, «se va a cumplir» a pesar del «cinismo» del PP que votó en contra de los Presupuestos del Estado de 2019.
El segundo tema más controvertido del pleno celebrado ayer fue la situación del servicio de Cercanías ferroviarias. A raíz de la pregunta del síndic de Compromís, Fran Ferri, sobre «el peor servicio de Cercanías» de España que sufren los valencianos, ante el que exigió que «de una vez por todas» se transfieran las Cercanías, porque desde Madrid «no saben o no quieren gestionarlas bien», Puig anunció que el día 14 se reunirá en València la comisión mixta con el Ministerio sobre las Cercanías, donde exigirán que se empiece a hablar de la transferencia. El jefe del Consell matizó que nunca aceptarán quedarse con la gestión de esos trenes si la propuesta no va acompañada de «recursos suficientes». Mientras tanto, por si sirve de algo entre tantas cancelaciones y retrasos, la Autoridad Metropolitana de Transporte lanzará en marzo el «bono Fallas» para viajar de forma ilimitada 7 días por 7 euros en MetroValencia, la EMT y Metrobus. Una promoción para la semana festiva que también se aplicará, igualmente, en la Magdalena de Castellón y las Hogueras de Alicante.
Y como no podía ser de otra manera, Puig también cargó contra Vox. La síndica ultraderechista, Ana Vega preguntó en la sesión de control si la política educativa del Botànic -PSPV, Compromís y Unidas Podemos- «va a sufrir algún cambio» para atender a «los 20.000 padres de la Vega Baja que quieren elegir la lengua en que sean educados sus hijos». Vega remató su intervención diciendo que la forma de actuar del Consell es un «genocidio del castellano». Palabras altisonantes frente a las que Puig exigió a Vox que «en todo lo posible, sea capaz de llegar a acuerdos para que la educación esté al margen de un uso partidista, sin guerras lingüísticas».
El presidente del Consell aseveró que su gobierno «nunca va a jugar a eso». Por contra, volvió a defender que su meta es «situar la educación como el pilar fundamental del futuro de la Comunidad Valenciana» con herramientas como la Ley de Plurilingüismo. Defensa a ultranza de la propuesta educativa del Botànic, que incluye «escuchar a los padres de la Vega Baja», algo que, según Puig, «hemos hecho y lo haremos siempre dentro de la voluntad de diálogo permanente del Consell».
Para que no haya dudas, el líder socialista le espetó a Vox que «enseñar en valenciano no es adoctrinar, adoctrinar es enseñar la formación del espíritu nacional». A cambio, Puig llamó la atención sobre medidas educativas que está desplegando el Consell del Botànic como la gratuidad de la educación 0-3 años o el plan Edificant de construcción y mejora de centros. Y por último, enfatizando: «Los niños no son de nadie. Los derechos de los niños son de los niños, como sujetos de pleno derecho, algo que deja claro la Convención de las Naciones Unidas».
Compromís planta cara a los ultras y les acusa de romper la sociedad con «odio»
Ferri carga contra Vox por negar el «holocausto» de grupos LGTBI y Marzà les acusa de señalar «a todos los que piensan diferente»
Es raro el pleno de las Cortes donde algún diputado no exhibe un cartel, pancarta, rótulo, gráfico o fotografía en la tribuna de oradores. Ayer fue el turno de un triángulo rosa, con el que los nazis señalaban a las personas LGTBI en los campos de exterminio. Fue el síndic de Compromís en las Cortes, Fran Ferri, quien exhibió este símbolo en memoria de «las víctimas del Holocausto del pueblo judío y gitano, de las personas discapacitadas y de los presos políticos». Ferri, antes de preguntar a Puig por el estado de las Cercanías, manifestó: «Quien niega el pasado es porque está dispuesto a repetirlo. Nazis nunca más».
Esta acción llega después de la negativa del grupo de Vox en el Ayuntamiento de València a respaldar un texto por el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, lo que provocó que esta iniciativa no pudiera ser una declaración institucional. Los ultraderechistas emitieron un comunicado respecto a este punto del pleno en el que explicaban que se habían negado a firmar la iniciativa porque «diluía el significado propio del Holocausto Judío, basado únicamente en el antisemitismo».
Pero ahí no acabó el cara a cara entre Compromís y Vox en las Cortes. En una intervención sobre temas educativos, el conseller Vicent Marzà aseguró mirando a los escaños del partido ultra y hablando en castellano que «lo que rompe España es señalar con odio al que piensa diferente, señalar a los menores como hace su referente Rocío Monasterio o señalar a los profesores que enseñan a pensar libremente», añadió.
