Poca asistencia, alguna ausencia destacada como la del presidente de la Diputación, Carlos Mazón, y escaso contenido en la último comité ejecutivo provincial del PP, celebrado en la tarde de ayer miércoles. La primera reunión del órgano de dirección provincial del Partido Popular desde la vuelta de vacaciones sirvió para convocar una reunión intermunicipal, a la que asistirán los alcaldes, concejales y portavoces del PP de los municipios alicantinos.

La cita se ha fijado el último sábado de marzo, el día 28, entre las celebraciones de San José y la Semana Santa. Esa jornada, la cúpula provincial se trasladará a Almoradí, localidad de la Vega Baja, donde se hablará, entre otros asuntos, de los efectos de la gota fría que arrasó esta comarca en septiembre de 2019, con muchos pueblos y víctimas pendientes de recibir ayudas para recuperarse de la catástrofe. Tras la reunión interparlamentaria celebrada en València la pasada semana, el PP pretende con este encuentro mostrar su poder municipal en la provincia de Alicante, incluido su control de la Diputación.

El comité ejecutivo contó con la presencia del presidente del Partido Popular Provincia de Alicante, Eduardo Dolón y del secretario general, Toni Pérez. Además de fijar en el calendario la próxima reunión intermunicipal, los asistentes aprobaron las cuentas de partido correspondientes al año 2019, un asunto prácticamente de trámite al que se ven obligados al finalizar cada ejercicio.

En esta ocasión, sin elecciones previstas a corto plazo, sin congresos o convenciones convocados por el partido (con varias citas pendientes en cartera, tanto a nivel nacional, como regional o provincial), y sin la asistencia del presidente de la Diputación, que suele dar cuenta de su gestión en cada cita mensual, el primer comité ejecutivo provincial de 2020 no ofreció muchas novedades, salvo los asuntos de trámite por los que fue convocado.