Más leña al fuego de la gestora provincial de Vox. Ahora ha sido Rosa Pizarro, esposa del concejal del partido ultraderechista en el Ayuntamiento de Alicante, Pepe Bonet, la que ha dimitido como vicesecretaria provincial de Acción Social, por no estar de acuerdo «con la manera de gestionar y coordinar el partido en la provincia de Alicante por parte de la gestora, que está haciendo del partido un chiringuito que manejan a su antojo», asegura. Pizarro explica que su renuncia, «después de dos años dedicada al partido», sobre todo en labores sociales «al tener un hijo con Síndrome de Down», se debe a razones profesionales y personales. «La buena voluntad se ha convertido en una actitud completamente sectaria», al haber sido objeto de «múltiples desprecios». Por una larga lista de motivos, considera que la estructura de Vox «se está fracturando en la provincia a pasos agigantados».

El malestar acumulado por Pizarro estos últimos meses le lleva a afirmar que es «especialmente entristecedor ver que no soy la única que ha padecido y padece esta situación, y me da mucha pena ver la deriva a la que está llegando el partido por la actuación de todos los miembros de la gestora. Espero realmente que, si hay elecciones primarias, haya un cambio y se vuelvan a poner de manifiesto los principios de Vox, en aquellos que pudieran ser sus nuevos dirigentes en Alicante. Por ello, presento dimisión irrevocable, quedando a la disposición del partido por si me necesitasen».

Dos de esos actos donde Pizarro se sintió ninguneada fue en la manifestación contra el valenciano celebrada en Orihuela en 18 de enero donde «se nos aisló» y en la reciente presentación del nuevo coordinador local de Vox en Sant Joan d'Alacant. En esta última ocasión, asegura que fue la única vicesecretaria «excluida de asiento reservado», en un acto donde tampoco salió muy bien parada la edil santjoanera de la formación ultra Gema Alemán -afín a Pizarro y a Pepe Bonet-, apartada de todo tipo de protagonismo en el acto y alejada de las fotos oficiales promovidas por la gestora a pesar de ser la portavoz municipal y su única cara reconocible por sus polémicas intervenciones en plenos.

«Fuerte y unido»

Por su parte, desde la gestora provincial desmintieron las acusaciones de Rosa Pizarro y aseguraron que partido se encuentra «fuerte y unido, con todos los cargos electos y orgánicos «esperando con gran ilusión» la asamblea nacional el día 7, donde se renovará el Comité Ejecutivo Nacional. Para la vicesecretaria de comunicación, Mónica Borrás, «desde la gestora se está trabajando mucho para ampliar la estructura» y «se amplían competencias» puesto que «son en sí una sinergia que rinde con eficacia creciente». Además, Vox se caracteriza «por el respeto a todas las personas», recalca su portavoz.