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Mazón mantiene la mayoría en la Diputación y estrecha su control sobre Ciudadanos

Los dos grupos del gobierno desvirtuan a base de enmiendas la moción de los socialistas contra el «pin parental» de los ultras

Los diputados de PP, PSPV, Ciudadanos y Compromís, minutos antes de comenzar el pleno. A. I.

Tan solo unas horas después de que los niños celebraran el Día de la Paz y los centros escolares les inculcaran el respeto a la pluralidad con múltiples actividades, el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, defendía, fusil de asalto en mano, la necesidad de atacar a los que considera sus enemigos. Estos son los dos modelos que el PSPV puso ayer sobre la mesa en la Diputación para reivindicar la importancia de mandar un mensaje nítido de apoyo a la comunidad educativa y censurar el «pin parental» propuesto por la ultraderecha para, por contra, fomentar la tolerancia como base de toda sociedad democrática. Con este telón de fondo, el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, demostró ayer su capacidad de resistencia ante las adversidades y consiguió salir airoso de la moción socialista contra el veto parental que lo dejaba en una díficil situación frente a su socio Ciudadanos, tras la fractura del voto de la derecha en el Ayuntamiento de Alicante hace justo una semana.

Como viene siendo habitual en los últimos plenos, Carlos Mazón no trenzó una solución definitiva hasta el último momento. Pasadas las diez de la noche del martes, la oposición recibía la enmienda del PP en la que introducía modificaciones al texto original. Ciudadanos hizo lo propio con otra propuesta. Los dos socios hacían alusiones al conflicto catalán, al valenciano e incluso a las clases de religión. Una estrategia previsiblemente consensuada para unirse y así llevar a votación un texto modificado y ahormado a su antojo para, a la vez, desechar el original.

Con esa jugada, Mazón conseguía evitar quedarse por primera vez en minoría. PP y Ciudadanos aprobaron la moción desvirtuada de los socialistas con el mensaje en defensa de su modelo educativo y el soniquete de la libertad de la enseñanza. Nada nuevo bajo el sol. Por contra, los socialistas, impulsores de la iniciativa, y Compromís se abstuvieron al denunciar pretextos y argucias de Carlos Mazón para «triturar la moción y situarse cerca del pin parental y, por tanto, de la ultraderecha». «La derecha se agrupa para salvarse la cara», denunció el socialista Toni Francés. Sea como fuere, el presidente de la institución logró dejar la situación en el punto donde quería. Además de evidenciar que el pacto con Ciudadanos ha ganado estabilidad, de marcar perfil propio y de mantener su liderazgo, Carlos Mazón puede apuntarse en su haber, al menos hasta el momento, mantener una interlocución con sus socios e, incluso, exhibir cierto control.

Los dos diputados de Cs aceptan la jugada, por ahora, y, a diferencia del Ayuntamiento de Alicante, coinciden con el PP con un perfil bajo, como se demostró en el pleno. La debacle electoral de las últimas elecciones les dejó un panorama incierto y un grave problema de discurso. La Diputación es el claro ejemplo de un partido que, en lugar de sacar rentabilidad a su necesario apoyo, asume un papel menor en las decisiones y se conforma con una escasa visibilidad a la hora de rentabilizar su gestión política.

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