La moción presentada por los socialistas al pleno de mañana para censurar el «pin parental» en la Diputación de Alicante ha dejado un clima de desasosiego y confusión en los despachos del Palacio Provincial. Ciudadanos ya se ha abierto a negociar con el PSPV el rechazo a la herramienta de Vox para que los padres puedan ejercer una censura previa sobre contenidos como charlas, talleres o actividades que afecten a cuestiones sobre la identidad de género, el feminismo o la diversidad LGTBI. Los naranjas están dispuestos a entenderse con la izquierda. Pero con matices que podrían traducirse en una enmienda en lo que respecta a la participación de los padres en la educación de los hijos . Está previsto que a lo largo de hoy los diputados de Ciudadanos mantengan una reunión con los socialistas para plantear su alternativa con el fin de alcanzar un acuerdo. «Esperamos y confiamos en que los socialistas acepten nuestras propuestas para votar en contra al pin parental», aseguraron ayer desde Ciudadanos. «Y si el PP quiere, que se sume», remacharon sobre la difícil posición de sus socios.
Por su parte, Carlos Mazón, uno de los que votó junto a Vox en el pleno del Ayuntamiento de Alicante del pasado jueves, y los diputados del PP han adoptado la estrategia de encerrarse en sus caparazones y evitar entrar al terreno de juego. Hermetismo absoluto. Mazón ha preferido no pronunciarse en una cuestión tan ideológica que ya fracturó al gobierno en el consistorio de la capital. Con este telón de fondo, la moción presentada ahora por el portavoz socialista y alcalde de Alcoy, Toni Francés, reabre el debate interno sobre la estrategia a seguir por el PP. Si Mazón se opone, previsiblemente, se quedará en minoría por primera vez este mandato, siempre y cuando Ciudadanos alcance un acuerdo con el PSPV. Por el contrario, un voto a favor e incluso una abstención a la propuesta de la izquierda supondría una contradicción con el que emitió en el Ayuntamiento de Alicante. Clara evidencia de diferencias internas dentro del PP.
El escenario más probable, a 24 horas del pleno, es que los populares se opongan a la censura al «pin parental». No temen esa imagen de fractura. Al no tener Vox representación en la Diputación, esa posición, de repetirse, no contaría con ningún tipo de apoyo suplementario. Fuentes del PP se limitaron ayer a reiterar que un desacuerdo puntual con Ciudadanos no significa poner en riesgo el pacto de gobierno. Preguntados ayer sobre la decisión que tomarán en el pleno, tanto el presidente como los diputados y asesores del PP no quisieron explicar cómo se las apañarán para salir airosos de esta situación o si decidirán también presentar una enmienda para mostrar voluntad de diálogo.
Aseguraron que hablarán pero cuando despejen las dudas sobre una discusión de la que a última hora de ayer no sabían cómo salir. El presidente de la Diputación se centró ayer en su reunión con los representantes de las comunidades de regantes afectadas por el posible incremento de los caudales ecológicos del trasvase Tajo-Segura para coordinar las acciones y alegaciones que se van a presentar contra esta medida. Su principal caballo de batalla. Por contra, silencio sepulcral sobre el «pin parental» a sabiendas de que su decisión puede suponer un primer golpe a la imagen del gobierno en este inicio de mandato.
La propuesta de los socialistas pide reforzar el cumplimiento de los planes de igualdad, protocolos LGTBI y formación en igualdad en los centros educativos para la prevención de la violencia de género y superar el sexismo y garantizar la enseñanza de principios de convivencia, «respeto y tolerancia de una sociedad democrática». Toni Francés, aseguró ayer que está dispuesto a negociar esta moción, «al igual que hemos tratado de alcanzar otros acuerdos», aunque reconoció a última hora de ayer no tener constancia de ningún ofrecimiento ni enmienda a su planteamiento. Por su parte, el diputado de Compromís, Gerard Fullana, aseguró que apoyará sin fisuras la propuesta de los socialistas.
