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El incierto calendario del PSPV

Las dudas sobre la situación política abren la puerta en Ferraz para alargar la cita del congreso federal a 2021

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, junto al ministro José Luis Ábalos, en un acto reciente. efe

La incertidumbre se ha apoderado, a día de hoy, del calendario interno de los socialistas valencianos. En estos momentos, no hay fecha para celebrar el congreso que debe ratificar la continuidad de Ximo Puig al frente del PSPV y, además, tampoco hay una previsión clara sobre la posible convocatoria. Todo depende de un escenario político tan diverso y cambiante que desde el pasado lunes, cuando se reunió la ejecutiva federal socialista, todas las opciones posibles están encima de la mesa para un congreso que el PSPV necesita como agua de mayo. No solo para renovar el incontestable mandato de Puig sino para dar aire a una dirección que ya está agotada desde hace un tiempo y que necesita un empuje para no quedar sepultada por la dedicación de sus principales cargos a la máquina del Consell o de las Cortes.

Pero desde hace 48 horas, todo ese encaje de bolillos se ha complicado, si cabe, todavía más. Y notablemente. La idea inicial de Puig era ubicar de forma automática el congreso del PSPV justo después del federal. Así que la hipótesis con la que se trabajaba en el socialismo valenciano era organizar ese cónclave o antes de las vacaciones de verano o justo después de agosto. Pero ahora, sin embargo, nadie sabe cuándo se podrá celebrar. El pasado lunes, la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, justo después de una reunión de la ejecutiva federal en la que actuaba como portavoz, apuntó, sin embargo, que posiblemente el congreso de los socialistas en España se celebraría en 2021. Y eso trastoca todos los planes del PSPV, obligado en ese caso a alargar sin un horizonte final el mandato de una ejecutiva con muy poco fuelle. La misma debilidad que arrastra, igualmente, la dirección provincial de Alicante.

Los estatutos socialistas permitirían a Pedro Sánchez convocar el congreso federal del PSOE a partir del próximo mes de junio - la normativa interna del partido facilita un espacio flexible para preparar el cónclave entre el tercer y cuarto año del mandato interno. En Ferraz confiaban que el inicio de la legislatura fuera más cómodo y que permitiera aprobar en un plazo más o menos razonable los presupuestos generales del Estado. Pero la tensión catalana y el escenario preelectoral tan complejo en el que se tiene que mover Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), cuya posición es imprescindible para sacar adelante las cuentas, han impuesto rebajar la marcha en las filas socialistas. No pueden dar un paso en falso durante una legislatura que se moverá siempre al filo de la navaja.

Así que, a estas horas, el congreso federal del partido para entronizar a Pedro Sánchez pero que, muy probablemente, tendrá que introducir cambios en la dirección para que no quede vampirizada por el Gobierno no solo no tiene fecha sino que podría apurar el plazo hasta 2021. Los socialistas no pueden sumar a las complicaciones en la Moncloa y a sus dificultades para cuadrar mayorías en el Congreso el periodo de inestabilidad interna que siempre se genera cuando se entra en etapa congresual. Esa época de saraos, reuniones secretas de las que se entera todo el mundo, contubernios y enredos que le chiflan a la parroquia socialista. Pero que genera irremediablemente momentos de tensión. Es cierto que el poder de Sánchez es incontestable pero también que su relación con barones territoriales como el manchego García Page o el aragonés Lambán es mala.

Todo lo que pase en Madrid tiene un impacto directo en el PSPV. Y Ximo Puig no puede celebrar su congreso hasta que Pedro Sánchez complete el suyo. Como se recordará, el jefe del Consell había anunciado que este sería su último mandato al frente de los socialistas valencianos. Pero la alargada sombra de un liderazgo que, en esencia, es el principio y el final del PSPV y la responsabilidad de evitar una batalla campal por su sucesión sin un relevo claro y cuando los socialistas tienen la posibilidad de un tercer mandato en la Generalitat han hecho que Puig se replanteara su postura y se vuelva a presentar a la secretaría general. Pero las dudas de Pedro Sánchez le obligan a alargar el mandato de la actual ejecutiva y, de paso, aparcar la posibilidad de pegarle una vuelta al Consell y a sus altos cargos, muchos de ellos elegidos en clave de aglutinar un polo interno para ese congreso del PSPV. Así que ahora toca la incertidumbre.

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