La Diputación destinará gran parte de sus inversiones para este año a las obras pendientes de los cinco ejercicios anteriores. De los 46 millones previstos para invertir en los municipios, solo inyectará 10 millones a proyectos nuevos. Ahora la prioridad es ponerse al día y desatascar la larga cola existente para, de una vez por todas, descargar la mochila que se ha llenado durante el último lustro. La institución provincial está fuertemente hipotecada y acumula un importante atasco en la ejecución de proyectos de ejercicios anteriores correspondientes a la época de gobierno de César Sánchez, actualmente con escaño en Madrid. El grupo socialista ha sido muy crítico con el equipo de gobierno, formado por PP y Ciudadanos, por no haber puesto en marcha un plan de choque para reforzar los equipos técnicos y prestar asesoramiento a los pequeños municipios a través de la re de oficinas comarcales.
«Más allá de que Ciudadanos coloque a su gente en esas oficinas, el objetivo debe pasar por reforzar el personal técnico cualificado para que pueda informar a los municipios si los proyectos que presentan son ejecutables o no», según el portavoz socialista Toni Francés, quien destacó la necesidad de tomar medidas urgentes para aliviar el colapso que en estos momentos existe en la oficina técnica. Para el portavoz y también alcalde de Alcoy, el presupuesto que la Diputación aprobó a finales del pasado año «no aporta soluciones a los problemas estructurales de una corporación que sigue siendo, con diferencia, la que menos recursos de su presupuesto destina a los municipios de la provincia», denunciando que solo invierte alrededor de un 10% del gasto reconocido frente al 18% de Castellón o el casi 24% de Valencia. Igualmente, criticó que, por primera vez en la historia democrática de la institución, en 2019 no se aprobó la convocatoria del Plan de Obras y Servicios que correspondería a 2020, «el única trámite administrativo que es una obligación legal aprobar anualmente según la Ley de bases de régimen local». En este sentido, Toni Francés reprochó al equipo de gobierno que «la estrategia es no hacer nada en 2020 para desatascar toda esta situación. Esa es su solución, y una vez más son los municipios los que pagan las consecuencias de esa mala gestión».
Para los socialistas, el presidente Carlos Mazón ha tratado de «vender como éxito» la utilización de un remanente de 40 millones -que aún no existe- para cubrir las carencias de su presupuesto. Un remanente que, según recordó Toni Francés «se ha generado por no ejecutar las obras comprometidas, por no cumplir con sus responsabilidades» añadiendo que «venimos de una situación de atasco en la ejecución de los programas porque el PP no ha sido capaz de ejecutar ni el 50% de los planes de inversiones en la provincia, por lo que ahora que se ha aprobado el actual plan de obras, los municipios se juntarán con dos trámites».
La cola afecta a un total de 139 obras que, con la previsión efectuada por el equipo de gobierno se acabarían en 2021. Para el socialista, 2020 «será un año en blanco y la solución que han aportado PP y Ciudadanos es no hacer convocatorias este ejercicio» lamentando que «los únicos perjudicados son los municipios que perderán un año de obras». Por su parte, el diputado de Infraestructuras Javier Gutiérrez reconoció que, con lo que está pendiente y con los nuevos proyectos del gobierno, existe un colapso de obras que se debe solventar.
