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El PP reescribe su historia en la Alcaldía de Alicante

Génova cuelga un tuit en el que asegura que Barcala logró la vara de mando con una moción de censura, algo que nunca ocurrió

Un momento de la convención del PP de este fin de semana. a. i.

La posverdad. La falsedad y la mentira es uno de los grandes males que aqueja a la información que recibe la sociedad, especialmente a través de las redes sociales. Tanto como para, incluso, intentar reescribir la historia omitiendo aquellos datos molestos. Aquellos episodios que se han producido pero que los protagonistas quieren evitar y, si puede ser, olvidar porque, quizá, les avergonzarían. Algo de eso le pasa al PP de Alicante. No por su victoria de las últimas elecciones municipales del pasado mes de mayo. Pero sí por la pirueta que le facilitó la vara de mando a Luis Barcala en abril de 2018, un año antes de esos comicios, tras la renuncia del socialista Gabriel Echávarri a raíz de una doble imputación judicial. Un «sainete» que el PP ha tratado siempre de edulcorar aunque sea, en este caso, a base de faltar a la verdad.

El pasado domingo, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, participaba en la convención que el PP celebraba en Murcia, feudo electoral de la ultraderecha desde las últimas generales, bajo el lema «Gobiernos por la libertad». Al margen de la arenga final a cargo de Pablo Casado y ante el presidente de Murcia, Fernando López Miras, en la mesa redonda de la clausura estaba el número dos del PP, Teodoro García Egea, junto a los alcaldes de Murcia, José Ballesta; Madrid, José Luis Martínez-Almeida; Santander, Gema Igual; Almería, Ramón Fernández-Pacheco; Zaragoza, Jorge Azcón; de Córdoba, Isabel Ambrosio; y, finalmente, Barcala, en este momento uno de los primeros ediles más importantes del partido en España.

Luis Barcala: "Al final nos cargamos al tripartito, como decían otros, sí se puede"

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Durante su intervención pública, de poco más de dos minutos, Barcala ya dejó algunas «perlas». En tono de cierta agresividad, arrancó asegurando que durante los tres años en los que estuvo en la oposición en la primera parte del mandato, se empleó a fondo para «derrocar» al tripartito de la izquierda. «Y al final nos los cargamos», zanjó el edil sin hacer referencia, en ningún momento, ni a cómo llegó al cargo y saltándose por completo el episodio del «belmontazo», el voto en blanco de una tránsfuga de Podemos que le aupó hasta el poder.

Pero la cosa no se quedó ahí. A continuación, en la cuenta oficial de la dirección nacional del PP en Twitter se colgó un mensaje con el vídeo acompañado de una frase textual del alcalde. Pero, además, con una referencia asegurando que Luis Barcala llegó al puesto, en su momento, a través de una moción de censura, algo que nunca ocurrió. La llegada de Barcala se fraguó tras la dimisión del socialista Gabriel Echávarri. Eso provocó un pleno de elección de nuevo alcalde en el que, al no llegar la izquierda a la mayoría absoluta, Barcala asumió directamente la vara de mando como fuerza más votada. Y gracias a que una tránsfuga de Podemos, Nerea Belmonte, votó en blanco para evitar que la izquierda sumara. Esa fue la verdad. Y no otra.

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