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«Me gustaría ser optimista con la financiación autonómica pero va a ser muy complicado»

Este experto sobre financiación autonómica, responsable de la fiscalización de las cuentas públicas valencianas, habla sin tapujos de la deuda, de las repercusiones del Gobierno de coalición en Madrid, de corrupción o de la ultraderecha

«Me gustaría ser optimista con la financiación autonómica pero va a ser muy complicado»

P Acaba de renovar en un cargo al que llegó con experto en financiación

R Sinceramente, espero que así sea. Parece que se habla de menos de un año, pero es cierto que no hay un pacto concreto sobre cuáles son las líneas de este acuerdo. Ojalá. Sería bueno tanto para la Comunidad Valenciana como para el resto de autonomías, porque es un tema de falta de equidad horizontal, donde nosotros estamos peor que otros, y de falta de equidad vertical, sobre cómo se reparte el dinero entre la administración central y el conjunto de los gobiernos autonómicos.

P ¿La presión en Madrid, que usted siempre ha echado en falta gobierne quien gobierne, sigue siendo clave con un Ejecutivo de coalición conformado por los socialistas y Podemos

R Me gustaría ser optimista pero no sé si podremos presionar más que en otras ocasiones, porque los votos vinculados a las fuerzas valencianistas están en el acuerdo. Pero es cierto que han entrado muchos otros grupos parlamentarios que van a estirar hacia sus territorios. Los valencianos negociaremos pero otros insistirán en otras características que les convengan más a sus territorios. Sin duda, ya no hay excusa posible para no iniciar la reforma, pero va a ser muy complicado. Ojalá haya suerte.

P ¿Para usted que supone que la financiación autonómica haya formado parte de acuerdo de investidura de Pedro Sánchez, incluida de forma explicita en el «sí» del diputado de Compromís

R Es muy importante que figure por escrito, pero tampoco está claro hacia donde va ese cambio de financiación y eso me da miedo. Otras veces se ha cambiado y los valencianos no hemos obtenido frutos. Esperamos que esta vez sea la definitiva. Es el momento, todos los expertos están de acuerdo y vamos a tener un papel importante. Ahora bien, hay tantos intereses de otros territorios que va a ser complicado.

P Por parte del Consell, se mantiene erre que erre con incluir los 1.325 millones ficticios a los que aún no se ha comprometido el Gobierno de Pedro Sánchez.

R El presupuesto está cuadrado con una partida que se supone que debe llegar pero que no llega ningún año. La gente que trabajamos en estos temas sabemos lo que hay detrás de esta partida, que equivale a lo que debería llegar como financiación, que es de justicia pero que en realidad no llega. Pero lo que no podemos es cuadrar un presupuesto de esa manera atípica. Entendemos lo que hay detrás pero no compartimos el uso de esa partida.

P Vayamos al informe de fiscalización de la Generalitat

R Los valencianos nos hemos caracterizado por gastar poco en términos per cápita. La fuerza de nuestra reivindicación se basa en que estamos mal financiados y que, a pesar de gastar poco, sube el déficit porque faltan ingresos. Pero con la segunda parte de la coletilla ya no podemos decir que estamos tan siendo contenidos.

P ¿El año electoral que hemos tenido ha hecho daño? ¿Ya no se podía controlar el gasto?

R No sé si es efecto de la sucesión de elecciones o de una determinada política que pone el centro en los gastos sociales, en los servicios educativos y sanitarios. Eso está genial pero hay que aumentar la eficiencia y eficacia de lo que hacemos para no pasarnos con el presupuesto.

P ¿Y todos estos resultados negativos se resuelven solo con una mejoría del reparto de la financiación autonómica

R Solo con que estuviéramos en la media nacional tendríamos déficit pero dentro del 0,3% que se nos exige, no disparado como ahora que se cuadriplica. Al acumular deuda estamos anticipando al presente lo que pensamos que nos vendrá bien en el futuro. ¿Y si eso no pasa? ¿Y si la economía no crece tanto? Yo insisto mucho en que este sistema activista está acabando con los recursos naturales, además de querer atenuar el cambio climático, lo que nos obliga a frenar la economía. Solo por la imposición de la falta de recursos naturales y energéticos, la economía está llegando a una límite. Pensar que en un futuro tendremos mas ingresos públicos que en la actualidad no lo tengo tan claro. Yo siempre aviso.

P Otro tirón de orejas muy significativo es para la Conselleria de Sanidad

R El gasto se dispara en la conselleria de Sanidad porque hay muchas novedades en el tratamiento de enfermedades que conllevan un mayor gasto. Son mejoras para el ciudadano pero el gasto se dispara, sobre todo al final del año, que hay compras directas, sin presupuesto, de medicación y material sanitario que, con una buena previsión, se hubiera podido comprar a lo largo de todo el año.

P La Sindicatura de Comptes

R Se tira mano a esta práctica porque delante de la disyuntiva de quedarse sin medicamentos, ¿que debemos hacer? Desde el punto de vista de la fiscalización lo tenemos que criticar. Si me pongo en la cabeza de un político o de un conseller de Sanidad, ¿que hacemos?, pero tengo la suerte de no ser político y desde la Sindicatura llamamos la atención porque se llega a un punto en que se está incumpliendo la ley.

P Al menos, ahora no se habla, de corrupción

R Creo que sí. No sé si tiene que ver que gobierna otra gente, con otra forma de gobernar, o que la opinión pública, con independencia de quien gobierne, está castigando se comportamiento. En otra época, ligada a bonanza económica, parece que se perdonara todo y ahora no se perdona tanto. Sinceramente, pienso que se debería perdonar aún menos de lo que se está perdonando. Los ciudadanos debe ser más exigentes con los gobernantes.

P En estos tres años al frente de la Sindicatura también ha criticado la falta de transparencia de las dietas que cobran los diputados autonómicos, especialmente en el tema de los desplazamientos hasta València.

R Hacemos el informe, lo entregamos todos los años, nos dice el presidente de la Cortes que está de acuerdo con aumentar el control pero por ahora no hemos conseguido aumentar ese control. No decimos que se esté engañando pero no sabemos lo que pasa. Los diputados cobran un dinero por vivir fuera de València, según la distancia, pero también se cobra cada vez que se desplazan a un pleno. Esa parte se paga pero ¿realmente el diputado ha tenido ese gasto? ¿Has ido a la sesión en coche compartido por tres diputados? Pues no hay que pagárselo a los tres. Esa parte no está controlada. Ahí hay un vacío.

P Cada vez se habla más de federalismo, de un posible estado federal frente al estado autonómico. ¿Qué opina de esta nueva visión territorial del Estado?

R Dentro del federalismo hay diferentes posiciones. No sé cuál es la posición hacia la que se podría caminar. El País Vasco o Navarra, con su régimen fiscal foral, pagan su cupo pero no aportan a la solidaridad del resto. En el régimen común, las comunidades ricas acaban aportando al resto una gran parte de dinero por la solidaridad entre territorios. Pero si eres pobre tienes los ingresos de pobre. No se trata de que los valencianos nos autofinanciemos, se trata de que el sistema funcione bien y tengamos una balanza fiscal positiva. Es pasar de un déficit fiscal de 2.000 millones a que nos toquen 6.000 millones de superávit. Son nada menos que 8.000 millones de diferencia.

P Por tanto, ¿el federalismo no es el maná para la financiación de la Comunidad Valenciana

R Cada uno debe asumir bien qué significa eso. Si el sistema fuera lógico tendríamos un superávit fiscal, pero los valencianos somos pobres y aportamos más de lo que recibimos. Somos pobres y además contribuidores.

P ¿La ultraderecha sigue siendo un peligro? ¿Hay que tomar partido para evitar el alarmismo que infunden a la sociedad?

R Yo me planteo si realmente ha habido un cambio o una salida del armario. Estas personas que se manifiestan desde posiciones radicales existían igual hace un tiempo pero, a lo mejor, se sentían cohibidas. Lo que hay que hacer es debatir todas esas cosas para evitar mensajes distorsionados, vengan de donde vengan, porque eso no es jugar de manera sincera, es hacerlo con cartas marcadas, engañando a la gente.

P No le puede dejar de preguntar por el cambio climático

R Claramente se habla más de lo que se hace. Es cierto que se ha puesto encima de la mesa el problema pero ¿quien le pone el cascabel al gato? ¿Y quién es el cascabel? La única forma de atenuar el cambio climático es frenar la economía y eso nadie lo quiere aceptar. Para atenuar, que no revertir, lo que hay que hacer es dejar de quemar combustibles fósiles y, a día de hoy, no hay ningún sustituto con las energías renovables con estos niveles de consumo. Hemos tenido un regalo de la madre natura y nos los hemos pulido en 200 años. Sin hacer «doping» podremos hacer cosas pero no batir el récord de velocidad. Nadie tiene ganas de dar el paso, unos por miedo y otros por conveniencia económica, porque se les acaban el negocio.

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