La decisión de Pedro Sánchez de trasladar del viernes al martes la reunión del consejo de ministros no es tan novedosa. De hecho, ya la aplicó en su día un gobierno socialista en la Comunidad Valenciana y se mantuvo durante años bajo mandato popular. Los martes constituyeron el día de la semana escogido para las reuniones del Consell presidido por el socialista Joan Lerma entre 1982 y 1999 y continuaron en etapa popular hasta el año 2003. Ese día, se reunían los miembros del gobierno y se aprobaban los asuntos de cada uno de los departamentos.

El calendario político fue asumido sin ningun tipo de problema por Eduardo Zaplana cuando en 1995 ganó las elecciones. Entre 1995 y 2003 el Consell popular mantuvo los martes como el día clave de la semana para reunirse, pero en 2003 los plenos se trasladaron a los viernes. Los presidentes populares de la Generalitat, Francisco Camps y Alberto Fabra, mantuvieron el mismo calendario y las únicas modificaciones tuvieron que ver con la hora en que se convocaba a los periodistas para las ruedas de prensa. Según algunas fuentes que trabajaban en Presidencia en aquella etapa, el motivo del traslado de las reuniones al viernes tiene que ver con hacer coincidir las agendas con el Gobierno central. Entonces, ya Moncloa reunía a sus ministros los viernes, por lo que se optó por convocar el pleno en la víspera del fin de semana. El Botànic presidido por Ximo Puig mantuvo los viernes como día de reunión.

El cambio a los viernes del consejo de ministros ha generado un gran revuelo en la escena política estatal. La oposición acusa al nuevo Gobierno de coalición de querer poner sordina a su trabajo ya que, aseguran, se dificultará el control en las Cortes Generales. En el Senado, la sesión de control tiene lugar los martes por la tarde (una vez al mes se fiscaliza el presidente) y en el Congreso de los Diputados las sesiones son los miércoles. PP, Ciudadanos y Vox apuntan a que se quedan sin margen para actualizar sus preguntas de control.

En todo caso, los grupos parlamentarios ya están planteando cambios en el calendario parlamentario para poder adaptarse al ritmo del Ejecutivo, que ahora tiene más fácil marcar la agenda.

En la Comunidad Valenciana el cambio del martes al viernes no generó controversia. Es más el calendario parlamentaria ha permanecido invariable durante décadas y los jueves son el día en que se fiscaliza al jefe del Consell.