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La mesa del agua de la Diputación arranca sin consenso y con confrontación política

Carlos Mazón telefonea a Puig para ofrecerle un acuerdo con la posibilidad de integrar en el organismo a nuevos representantes y deja la puerta abierta a negociar hasta el pleno provincial de hoy

Los portavoces de Compromís y PSPV, Gerard Fullana y Toni Francés, durante el último pleno.

Entre la Diputación y el Consell se ha vuelto a abrir un nuevo frente de confrontación política sobre la mesa provincial del agua en la que Carlos Mazón ha incluido a una representación de los gobiernos de Murcia y Almería, ambos del PP, otorgándoles además el mismo rango que a la Generalitat Valenciana. Así que este organismo que actúa como un «lobby» en materia hídrica nace en medio de una fractura absoluta. Durante las últimas semanas, los desencuentros entre Valencia y Alicante han sido sonoros y, por eso, en la actualidad la relación entre la Generalitat y la Diputación está viviendo uno de los momentos más complicados de su montaña rusa particular. Y eso tiene traslación en las relaciones políticas del Palacio Provincial.

Carlos Mazón defendió ayer la moción que hoy se debatirá en el pleno a favor del trasvase y la constitución de la mesa provincial del agua, un órgano que ejerce como arma de presión pero sin competencias reales. Quiso evidenciar, en todo caso, que buscará hasta el final el consenso: «Haré los esfuerzos posibles tanto con el PSPV como con Compromís, a todos los niveles, para que se sumen a la unidad que necesitamos en la provincia para defender el agua». A primera hora de la mañana, Mazón telefoneó al presidente Ximo Puig y se puso en contacto con la consellera Mireia Mollá para un acuerdo en el pleno de hoy.

Su objetivo es que el PSPV y Compromís apoyen la constitución de la comisión. Y para ello, admitió su predisposición a incluir en esta mesa a cuantas instituciones quiera la oposición. Incluso a la Diputación de Valencia. También les pidió que, como mínimo, se abstengan en la moción del trasvase que hoy presentan porque, a su parecer, está en los términos en los que se pronunciaron los líderes del PSPV y del partido socialista de Murcia, Ximo Puig y Diego Conesa. De hecho, en esta última moción, la oposición está estudiando su voto. Al respecto, Mazón aplaudió que Puig calificara el Tajo-Segura de irrenunciable, pero estimó que le falta contundencia.

Por su parte, los portavoces del PSPV y de Compromís en la Diputación, Toni Francés y Gerard Fullana, exigieron a Carlos Mazón que renuncie a la participación de Murcia y Almería. La oposición considera que el ámbito territorial debe ser provincial y que el PP está utilizando el tema del agua para abrir una nueva guerra y crear enfrentamientos. En la Junta de Portavoces de la Diputación celebrada ayer, Francés instó a Mazón a retirar la propuesta realizada de manera unipersonal: «Pedimos que la aplace si lo que realmente quiere es que se apruebe una comisión en la que estemos todos de acuerdo. De lo contrario no podremos apoyar la composición de una mesa decidida sin consenso». Francés hizo un llamamiento a Mazón para que aclare su gestión y su relación con los grupos de la oposición y el resto de instituciones: «No se puede ir de pirómano y a las pocas horas pretender apagar los incendios a manguerazos».

Compromís presentará dos enmiendas para defender que los representantes de gobiernos o diputaciones de otras comunidades autónomas no formen parte permanente de la comisión provincial del agua «puesto que en muchos asuntos representarían una voz discordante con los propios intereses de la provincia». Además, Gerard Fullana denuncia que «la Diputación se otorga competencias» que no no le corresponden. Compromís propone la creación de una tabla de diálogo puntual que aborde solo los asuntos vinculados al trasvase Tajo-Segura con los cuales pueda haber concordancia de intereses. Ante la falta del «anhelado acuerdo», Carlos Mazón mantuvo ayer que «renunciar a una estrategia común en defensa del Tajo-Segura es un error».

Mazón: «Exijo unidad y mayor contundencia para evitar la muerte del trasvase Tajo-Segura»

El presidente de la Diputación considera que a Ximo Puig le falta cuadrar un relato proporcionado «a lo que está ocurriendo»

Carlos Mazón aseguró ayer que no ha reabierto «ninguna guerra del agua» y abogó por la unidad para evitar «la muerte del trasvase». El presidente de la Diputación consideró que a Ximo Puig le falta mantener el ritmo proporcionado a lo que está ocurriendo con el trasvase del Tajo-Segura. Ayer explicó que «no hace ni un mes que los propios técnicos de la Comisión de Explotación dijeron que a la provincia, al río Segura, le correspondían 20 hm3 y la ministra, ahora ascendida a vicepresidenta, firmó 7,5 hm3». El presidente de la Diputación de Alicante indicó que se está «a las puertas» de la aprobación de los Esquemas de Temas Importantes (ETI)que encaminan a «un cuchillazo casi definitivo al trasvase». Según Mazón «estamos en un clima que no es el más adecuado de relación con el Gobierno de España», por lo que destacó la importancia de que exista unidad en la provincia: «Por la Diputación no va a quedar», aseveró mientras abogaba por hacer frente común con Murcia y Almería en defensa del Tajo-Segura. No obstante, abrió la puerta a que la oposición proponga la participación de otras entidades o zonas en la Comisión del Agua y dijo que serán «bienvenidas» si permiten que hoy respalden la moción.

En ese sentido, aseguró que se alegra de que la consellera Mireia Mollà defienda el trasvase: «Compromís tiene la oportunidad para demostrarlo, para que estemos en un frente común y que estemos todos los afectados en esa mesa del agua». También rechazó las declaraciones de los socialistas en las que aseguran que el PP pretende reabrir una guerra del agua. Carlos Mazón cuestionó la decisión de la ministra Teresa Ribera de reducir el trasvase y habló de «afrenta injustificada» que puede llevar a la provincia a pasar de ser la «huerta de Europa a ser la primera zona desértica de Europa».

Cuestionado sobre si consideraba arriesgado fiar todo el problema del agua al trasvase, Carlos Mazón precisó que el Tajo-Segura es «irrenunciable» y puso en valor el trabajo en favor del «aprovechamiento» de los regadíos, de los acuíferos y de las obras hídricas. «Estoy totalmente en contra a que la única solución sea la desaladora de Torrevieja», según apostilló, mientras defendía que todas las herramientas son «compatibles».

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