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Nuevo conflicto entre el Consell y la Diputación por las competencias del agua

Puig advierte a Mazón de que debe centrarse en lo que le toca sin invadir otras instituciones

Ximo Puig y Carlos Mazón han evidenciado sus diferencias por la Mesa Provincial del Agua. juani ruz

El horizonte dibuja un nuevo conflicto de largo recorrido entre la Generalitat y la Diputación de Alicante. Primero fue el Fondo de Cooperación Municipal y ahora las diferencias se acrecientan en un nuevo encontronazo, esta vez por la Comisión Provincial del Agua. Carlos Mazón abrió la caja de los truenos la pasada semana al convocar en su mesa para este mandato a una representación de los gobiernos de Murcia y de Almería, ambos del PP. Les otorgó el mismo rango que a la Generalitat para, con ello, agitar el «viejo fantasma» del Sureste de España. Ante ello, el presidente de la Diputación se enfrentó a duras críticas y reproches del PSPV y de Compromís, que le acusaron de reabrir una guerra para alejarse de la Comunidad. Ayer fue Ximo Puig el que tomó parte y le advirtió que la gestión del agua no es de su competencia. Cuando sus relaciones pasaban por un momento delicado por la falta de un acuerdo por el Fondo de Cooperación Municipal, la nueva postura del dirigente provincial sacando del cajón uno de sus principales caballos de batalla profundiza todavía más en la fractura abierta. Y como era previsible, ayer se produjo el esperado choque de trenes. El abordaje al diálogo que los dos dirigentes vendieron al inicio del mandato con efusivos abrazos se ha quedado en la nada.

Con un tono moderado pero contundente, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, hizo referencia a las decisiones de Mazón y le advirtió que se ha excedido y que las políticas del agua no son su competencia: «Cada uno tiene que hacer aquello que responsablemente le encomienda su institución» dejando claro que las competencias en esa área las tienen la Generalitat y también el Gobierno central. El jefe del Consell quiso dejar claro ayer que que el trasvase Tajo-Segura es absolutamente irrenunciable y subrayó que mantendrá «siempre una posición en defensa de los regantes», haciéndolo «desde una perspectiva de la razón, no intentar politizar ni partidizar el agua». En cuanto a la Diputación, Puig insistió en que «lo que le marcan constitucionalmente sus competencias están derivadas en ayudar a los municipios a este servicio del agua». El jefe del Consell agregó que «yo creo que cada uno lo que tiene que hacer es aquello que le encomiendan sus competencias», evidenciando que está a favor de cualquier mesa de diálogo, siempre y cuando «cada uno sea consciente de lo que puede y lo que en definitiva responsablemente debe hacer».

Ximo Puig aclaró que dentro de sus competencias está trabajando con los regantes y con los agentes que tienen que participar «para garantizar agua para siempre». También dijo que está en contra de guerras estériles y defendió una perspectiva que huye de «politizar ni partidizar el agua, que no tiene ningún sentido, lo haga quien lo haga, en esta comunidad, en comunidades vecinas o en comunidades de más allá». Añadió que intentar sacar rédito político del agua, en este momento, «no aporta soluciones».

Hechas estas declaraciones, no tardó la Diputación en elevar el tono para atacar con dureza a la Generalitat. El portavoz del gobierno del PP en la Diputación de Alicante, Adrián Ballester, convertido en mano derecha de Carlos Mazón, calificó de «tomadura de pelo» la visita de Ximo Puig a Orihuela, donde se reunió con el secretario general del PSOE de la Región de Murcia, Diego Conesa. «Una vez más Puig visita la provincia de Alicante para hacerse fotos, sin ofrecer soluciones y mucho menos sin alzar la voz ante el vergonzoso nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta del Gobierno, una ministra que en el poco tiempo que ha estado al frente del Ministerio de Transición Ecológica, se ha dedicado a eliminar nuestros derechos y mandarnos menos agua de la que nos corresponde» dijo Ballester. El diputado anunció nuevos enfrentamientos a brazo partido contra el Consell al advertir que «el Grupo Popular de la Diputación no se va a quedar callado y de brazos cruzados». El PP agilizará la reunión de la Mesa del Agua para poder coordinar acciones junto a los regantes y expertos del sector, y así hacer un frente ante las políticas del Partido Socialista. De hecho, mañana llevará una moción al pleno de la Diputación para que se autorice el trasvase de agua para riego a través del Acueducto Tajo-Segura y «garantizar la solidaridad entre regiones y la igualdad entre españoles reconocida en la Constitución, y que los socialistas dejen de lado los criterios sectarios y partidistas», según Ballester.

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