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Mazón abre su mesa del agua en la Diputación a Murcia y Almería con igual rango que el Consell

El dirigente del PP activa una alianza territorial inédita, agita el «fantasma» del sureste y traza un frente político contra la izquierda en materia hídrica. El PSPV y Compromís montan en colera, le acusan de reabrir una guerra para alejarse de la Comunidad y le echan en cara que se relacione con ultras

Mazón y López Miras, en la reunión celebrada el pasado mes de agosto en Murcia. INFORMACIÓN

Carlos Mazón ha abierto la Comisión Provincial del Agua a una representación de los gobiernos de Murcia y de Almería, ambos del PP, y les ha otorgado el mismo rango que a la Generalitat Valenciana. Una decisión que activa una alianza institucional inédita y que permite al dirigente del PP agitar el «viejo fantasma» del Sureste de España. El presidente de la Diputación ha modificado la organización de este órgano que tiene el objetivo de promover acciones para articular el buen uso de los recursos hídricos y proponer planes de actuación con soluciones urgentes al problema de la falta de garantías en el suministro del agua, siempre enfocado a la provincia de Alicante. A propuesta de Mazón y frente a una durísima oposición del PSPV y Compromís, la mesa estará constituida a partir de ahora por once diputados provinciales, tres personas de reconocida cualificación en la materia, representantes de las comunidades de regantes y distintos vocales de otras instituciones. En total, de todos sus miembros, 15 puestos nombrados «a dedo» por el propio Mazón.

La decisión llama la atención por el hecho de designar a un representante de la Región de Murcia y otro de la Diputación Provincial de Almería. Dos nuevos vocales a los que Mazón les otorga el mismo nivel que a los dos miembros de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático. Sin duda, es una operación política para generar un frente con socios del Partido Popular contra la Generalitat y el Gobierno central en cuestiones como las inversiones e infraestructuras para el agua. Se trata, al fin y al cabo, de una búsqueda de alianzas territoriales contra decisiones como la que tomó la ministra Teresa Ribera de que los regantes murcianos y alicantinos no entraran en la Comisión de Explotación del Trasvase. Guerra política.

El PSPV y Compromís han mostrado un rechazo frontal, además de por el calculado control sobre su composición, por incluir a dos administraciones gobernadas por el PP de autonomías diferentes cuando no se cuenta con otras instituciones de la Comunidad como la Diputación de Castellón o de Valencia «con la que se comparten recursos e infraestructuras, por ejemplo, en el ámbito del Júcar», según los socialistas. Considera también Compromís que, solo por una cuestión partidista, se les está imponiendo una anexión a otras comunidades autónomas «donde competimos en intereses». El acuerdo suscrito de este foro establece que uno de los objetivos es «recoger cuantas iniciativas partan de todos los sectores sociales de la provincia de Alicante, públicos y privados, encaminadas a solucionar los problemas derivados de la limitación del desarrollo de la provincia por la escasez de recursos hídricos». Los socialistas consideran que para que este punto se cumpla necesitan más dosis de diálogo, más consenso para elegir sus componentes y «menos miedo a abrir esta mesa provincial a espacios que llevan tiempo tocando la puerta en materia de desarrollo sostenible, como es el ámbito de las entidades ecologistas y medioambientales». Compromís también ha rechazado este acuerdo y no ha querido participar en «una nueva estrategia de los pirómanos del agua, porque en realidad el PP nunca nos ha traído ni una gota de agua, sólo crispación, problemas y corruptelas». También lamenta la oposición que el presidente de la Diputación haya elegido a su criterio hasta 15 puestos, «sin contar con aquellos que ya vienen determinados en la propia composición, en detrimento de otras entidades que no están incluidas».

Mazón y el presidente de Murcia, Fernando López Miras, ya unieron sus fuerzas el pasado agosto, al inicio del mandato, para anunciar un frente común en defensa del Tajo-Segura, la financiación autonómica y las infraestructuras. Manifestaron en ese momento su voluntad de incorporar también en un grupo de trabajo a la Diputación de Almería. Ahora ha sido el dirigente alicantino el que ha tomado esa vía con el fin de avanzar en la colaboración con estas dos instituciones y frenar así la política hídrica de los socialistas. Mazón ha propuesto, además, al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, del PP, para coordinar a los cargos locales de esta mesa. Una decisión discutible, pues Bascuñana no es un dirigente que reúna consenso institucional. Está previsto que este órgano se reúna para aprobar su ampliación e integrar a nuevos miembros. En la nueva estrategia, Bascuñana se ocupará de recoger y planificar los asuntos que en esta materia le trasladen los alcaldes y concejales de la provincia, y en especial de la Vega Baja, para unificar sus demandas y necesidades y exponerlas en las sesiones que celebre dicho ente. Esta semana la Diputación ha querido mostrar su apoyo a los regantes y agricultores de la provincia asegurando que defenderá los intereses del territorio, con especial atención a los trasvases.

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El PP oculta decisiones sobre la comisión a sus socios de CiudadanosMazón se reunió el pasado martes con el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, para perfilar y coordinar estrategias hídricas. Sin embargo, los dirigentes de Ciudadanos, pese a ser socios de Gobierno, no supieron que el presidente había propuesto a Bascuñana coordinar a los alcaldes de la Mesa Provincial del Agua hasta un día después cuando se celebró la comisión con el resto de partidos. Los diputados de Ciudadanos mostraron su sorpresa por esta decisión.

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El portavoz socialista en la Diputación, Toni Francés, indicó ayer que la verdadera intención de Carlos Mazón es «reabrir una nueva guerra del agua», con epicentro en la Diputación de Alicante, sumando a administraciones lideradas por el Partido Popular. Estas maniobras significan, según los socialistas, que «quiere dividir a la sociedad entre los buenos y los malos, nosotros y nuestros enemigos», calificando la posición como «suicida e inútil». Toni Francés aseguró que «los enemigos reales tienen que ver con la histórica falta de recursos hídricos, y desde hace unos años, con las consecuencias del cambio climático. Ahí es donde está la batalla, lo demás son fuegos de artificio para mayor lucimiento personal de algunos».

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Para Gerard Fullana, portavoz de Compromís en la Diputación, Mazón pretende focalizar su mirada en Murcia para «revivir una nueva guerra del agua». Además de denunciar que la composición «ha sido impuesta sin ninguna consulta», hizo hincapié en que se trata de un acuerdo pensado para construir una «maquinaria de guerra más que un instrumento provechoso para los intereses de la provincia y la Comunidad». Fullana lamentó que «entablaremos relaciones con gobiernos ultras, apoyados por la extrema derecha y caminaremos hacia el odio más que hacia los acuerdos positivos ». A su juicio, «detrás de todo esto se esconden las ansias históricas del zaplanismo de alejarse de Valencia para acercarse a Murcia».

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