El acuerdo entre el PSOE y ERC ha tardado en llegar...pero ya es una realidad. El Consell Nacional de Esquerra Republicana validó el jueves con el 96,5% de los votos el documento para establecer una mesa de negociación entre gobiernos y buscar una solución al conflicto en Cataluña, por lo que se abstendrá en la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Con esta decisión los republicanos modifican el «no» inicial, de manera que el presidente socialista logrará previsiblemente los votos necesarios para ser investido y seguir en la Moncloa.

El líder del PSOE opta a su tercer intento de investidura envuelto en un clima de excepcionalidad y este hecho está provocando todo tipo de reacciones políticas en la Comunidad. Dirigentes de los partidos que forman el Botànic valoraron ayer positivamente la negociación y, de hecho, el presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, auguró ayer que con el pacto entre el PSOE y ERC «se empieza a atisbar una solución en el espacio territorial de España».

El jefe del Consell abogó por el diálogo siempre dentro de la Constitución: «Todo se puede hablar y discutir, pero hay un marco constitucional que respetar», recalcó sobre una posible consulta sobre el futuro de Cataluña. Puig confió en que el nuevo Gobierno PSOE-Unidas Podemos sea realidad a partir del 7 de enero, tras el debate de investidura en el Congreso. El objetivo, según el presidente, es un gobierno progresista que respete las leyes, desde la Constitución y el Estatut. Sobre si la consulta en Cataluña dependerá del Congreso o del Parlament, abogó por mantener el diálogo en la mesa de negociación entre PSOE y ERC: «Ante una situación de conflicto, discrepancia, se le puede llamar como se quiera, solo hay un camino en democracia: el diálogo». Y debe ser «en base a la normativa constitucional y el ordenamiento jurídico, porque la democracia es precisamente eso».

Para el presidente, el pacto PSOE-ERC es «necesario para intentar que, por una parte, haya un Gobierno en España, que se salga de esta situación de bloqueo en la que había situado la falta de generosidad de las derechas». Puig hizo hincapié en que hay que asumir que España es un país compuesto por nacionalidades y regiones: «Debe haber una voluntad de convivir y cohabitar teniendo en cuenta que somos diferentes en algunas cosas y queremos se iguales en lo fundamental, que son los derechos». Puig defendió también el sí a Pedro Sánchez de Compromís, su socio de gobierno en la Generalitat junto a Unides Podem: «Consolida, potencia y da más fuerza al acuerdo valenciano».

También el diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, celebró ayer la «valentía» del acuerdo de investidura suscrito por el PSOE y Esquerra Republicana y dijo no temer que ninguno de los dos partidos vayan a traspasar las líneas rojas, es decir, lo que marca la legalidad vigente. Tras firmar el pacto con el PSOE, por el que Compromís votará «sí» en la investidura de Pedro Sánchez,Baldoví dijo es «un buen documento que va más allá» del que suscribieron en su momento los socialistas con Unidas Podemos y demuestra que su partido también es «clave» ahora en la gobernabilidad del país. En dicho documento, que consta de nueve puntos, se incluyen reivindicaciones históricas como el nuevo sistema de financiación que debe presentarse en ocho meses.

Por su parte, la síndica de Unidas Podemos en las Cortes, Naiara Davó, reconoció la responsabilidad de ERC, que posibilitará un gobierno de progreso en España y dijo que es momento de abrir «un tiempo de entendimiento, diálogo y democracia frente a los autoritarios». Para la síndica«toca empujar juntos hacia una España democrática, fraterna y que ponga los derechos de la mayoría por encima de los privilegios de unos pocos». En su opinión «hoy estamos mas cerca de un futuro mejor».