El único diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, anunció el día después de las elecciones que apoyaría el Gobierno de Pedro Sánchez siempre y cuando hubiera una negociación para atender la agenda valenciana para resolver con concreción y una fecha límite los problemas que acarrea la Comunidad con el sistema de financiación autonómica. Ayer Baldoví logró su propósito y votará sí a la investidura del candidato socialista tras cerrar un acuerdo por el que el Gobierno se compromete a que la reforma de este modelo sea «justa y constitucional» para los valencianos. Los tres primeros puntos del pacto entre PSOE y Compromís hacen referencia al cambio de modelo de financiación, pendiente de renovación desde 2014, que ambas formaciones consideran «especialmente lesivo» en términos de financiación media por población, «lo que ha afectado negativamente a los servicios que reciben las valencianas y valencianos», según especifican. Joan Baldoví señaló ayer que se trata de «un buen acuerdo» que permitirá a la formación votar favorablemente al candidato socialista el mismo domingo 5 de enero.

El documento consta de cuatro páginas y contiene nueve puntos. El texto especifica un plazo de ocho meses para que haya una nueva propuesta de financiación autonómica «y mientras no se produzca esa reforma, en los presupuestos generales del Estado se garantizará a la Generalitat Valenciana la prestación de los servicios públicos al mismo nivel que el resto del Estado», según se informa en el acuerdo al que ha tenido acceso este diario.

El portavoz de la coalición destacó ayer el «compromiso» de Sánchez y el PSOE con la Comunidad, manifestando que es «un día para la felicidad» y confiando en que el acuerdo permita «mejorar las condiciones de vida de los valencianos». En su opinión, sin la presión que ha ejercido Compromís, la agenda valenciana habría estado ausente de esta investidura, poniendo en valor que es la primera vez que una formación valencianista llega a un acuerdo de Gobierno. En definitiva, el diputado aseguró que «es un buen acuerdo que mejora las condiciones de vida de las personas que viven y trabajan en la Comunidad Valenciana».

En cuanto a la financiación del sistema de atención de la dependencia, el Gobierno se compromete a asumir el 50%. También se activarán los fondos de garantía asistencial y de cohesión sanitaria lo que, en el caso de la Comunidad Valenciana y según manifestó Baldoví, permitirá atender a los desplazados, cuyo número aumenta significativamente en los meses de verano debido al turismo.

Por lo que respecta a las «inversiones justas», Gobierno, Generalitat y ayuntamientos pondrán en marcha una comisión en la que hacer propuestas sobre la inversión del Estado en la Comunidad. La comisión establecerá una agenda valenciana de inversiones que tendrá en cuenta los criterios de impacto ambiental, sostenibilidad del territorio y emergencia climática. Tras dar a conocer los puntos básicos del documento, Baldoví valoró positivamente que el texto cite entre sus prioridades la conexión del aeropuerto de l'Altet con Alicante y Elche. Además, recoge el reconocimiento a la singularidad agraria mediterránea y una financiación para combatir las plagas que amenazan el campo como la Xylella.

Entre las infraestructuras hidráulicas en la provincia de Alicante, el Gobierno dará prioridad, en los presupuestos generales que presente a lo largo de la legislatura, a la reparación de la Balsa de San Diego, ubicada entre los términos municipales de La Font de la Figuera y Villena.

Por último, el texto presentado incluye, en palabras de Baldoví, un «impulso» a la AP-7 tras su liberalización para que «de verdad vertebre el territorio valenciano». Con ese objetivo, el Gobierno se compromete a la remodelación de los enlaces existentes, la adaptación de la capacidad estructural de los firmes para soportar el volumen de tráfico pesado; la posible incorporación de carriles adicionales y la instalación de medidas de protección contra el ruido o cualquier otra medida de integración ambiental.

Al acuerdo entre socialistas y Podemos, la abstención de Esquerra Republicana (ERC) y el visto bueno de los nacionalistas vascos se suma ahora el sí de Compromís para que la investidura de Pedro Sánchez llegue a buen puerto, previsiblemente el martes 7 de enero.