Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Conflicto en la conselleria de Innovación con Universidades

La disputa entre el secretario autonómico y el subsecretario condiciona el arranque del departamento

La consellera Pascual, durante una intervención en las Cortes.

Los inicios de la conselleria de Innovación, el primer departamento de gestión de la Generalitat con sede en Alicante, no están siendo, precisamente, un camino de rosas en estos seis meses de andadura. Y uno de los puntos de mayor inestabilidad en la conselleria que dirige la ilicitana Carolina Pascual Villalobos está en la secretaría autonómica de Universidades, la de mayor presupuesto y dirigida hasta aquí por Rafael Tabares, un catedrático de psiquiatría de la Universidad de València que los socialistas reclutaron para el puesto. El choque entre Tabares y el subsecretario de la conselleria, José Villar, un alto cargo que procede de la conselleria de Educación con Vicent Marzà, se ha convertido en un elemento que condiciona el arranque de un departamento que gestionará, en total, cerca de mil millones en 2020. 825 de los cuales, nada más y nada menos, corresponden a las universidades. Un ambiente muy enrarecido que ya es público y notorio en el decorado político valenciano.

Entre Tabares y Villar, apuntaron fuentes conocedoras de esa complicada situación, hay una pugna abierta por ocupar, de facto, el segundo escalafón de la conselleria. Es una batalla de poder entre ambos, apuntan estas fuentes. Es cierto que en este nuevo departamento hay dos secretarías autonómicas -la otra es para Jordi Juan, de Compromís, dedicada a Innovación y Transformación Tecnológica- pero también que el peso de Universidades dentro del presupuesto es enorme. Muy superior al de la rama digital. Y, además, a eso se tiene que unir el importante papel de los subsecretarios -la plaza ocupada por Villar-, que son los jefes administrativos y jurídicos de todas las consellerias. Una pieza clave para que todo funcione. El asunto ha provocado, incluso, que Tabares haya puesto encima de la mesa su dimisión en más de una ocasión bajo el pretexto del bloqueo a su acción en el gobierno valenciano durante estos seis meses. No se la han aceptado. En el Consell continúan pensando que es la persona que debe ocupar el puesto y la intención, por ahora, es mantenerlo.

Para acabarlo de enredar aún más, hay voces que apuntan a que el secretario autonómico de Universidades apenas tienen ni agenda pública ni presencia en Alicante, que es la sede oficial de la conselleria y que es una iniciativa de descentralización en la que el gobierno del Botànic piensa seguir profundizando. El departamento de Universidades es el más consolidado de la nueva conselleria. Formaba parte de la estructura de Educación y, por tanto, en gran medida continúa vinculado a València. Está previsto trasladarlo. Pero no se puede hacer de la noche a la mañana por los derechos que tienen los funcionarios ya adscritos. El Consell tiene previsto tomar medidas con incentivos para poder avanzar en el proceso pero no será un plazo corto. Así que la mayoría de las competencias de la secretaría autonómica están vinculadas a la estructura de València y, por tanto, ven aún lejos Alicante. Todo eso, metido en una coctelera, supone un lastre para el nacimiento de una conselleria de nuevo cuño, algo ya de por si muy complicado por la obligación de elaborar un presupuesto y de definir competencias, algo esto último que, como se recordará, provocó una pugna entre el conseller Climent y Pascual, que llegó a amagar con la renuncia en una pugna por competecias del IVACE que ganó Compromís.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats