El Bloc Nacionalista Valencià, socio mayoritario de Compromís, tiene fijado en el calendario de 2020, en el mes de junio, su octavo congreso. Veinte años después de su primer congreso constituyente, el partido afronta una nueva refundación, que se plantea como absolutamente decisiva, donde la toma de posiciones desde los preámbulos del cónclave están siendo más que contundentes. Escasas horas antes de la celebración del Consell Nacional del Bloc, previsto para este sábado 14, un numeroso grupo de cargos históricos del partido han hecho pública una postura conjunta donde marcan unos límites muy claros al sector oficialista, al frente de la dirección que controlan la secretaria general, Águeda Micó, y el conseller de Educación y Cultura, Vicent Marzà.
Para este grupo de veteranos dirigentes, el congreso del Bloc debe servir para reforzar Compromís, la coalición a la que pertenecen, que gobierna en muchas instituciones desde 2015 -con rostros muy visibles y reconocidos como la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, líder del otro socio mayoritario, Iniciativa del Poble Valencià-, y que no puede verse debilitada por los afanes expansivos manifestados por la actual dirección del Bloc. Poner el freno antes de ir más allá, antes de que el Consell Nacional aprueba este fin de semana el reglamento precongresual, ratifique las propuestas de miembros de ponencias y escoja las personas que tienen que formar parte de la comisión organizadora del Congreso.
Amplia lista de cargos
Entre la nómina de cargos del Bloc que apoyan el mismo escrito conjunto, figuran el presidente de las Cortes, Enric Morera (exsecretario general del Bloc), el conseller alicantino Rafa Climent (alcalde de Muro durante 16 años), el diputado en el Congreso Joan Baldoví (único parlamentario de Compromís en la Carrera de San Jerónimo), Jordi Sebastià (primer eurodiputado que tuvo la formación valencianista), Natxo Bellido (portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Alicante), María Dolores Parra, Marta Escudero, Mentxu Balaguer, Rosana Seguí, Lluis Mi Campos y Tamara Martínez. Tan solo por la presencia en la lista de firmantes de un presidente de las Cortes (segunda autoridad de Comunidad Valenciana), un destacado miembro del Consell del Botànic (con gran experiencia municipal) y un diputado que estos días negocia en Madrid con el Partido Socialista la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, sirve para calibrar que la presión que puede ejercer este grupo ya se prevé como muy contundente. Un grupo de dirigentes que también sabe lo que es pasar durante años por el largo desierto de la oposición y que teme que cualquier planteamiento arriesgado pueda romper el equilibrio de la coalición Compromís y sea muy lesivo para el colectivo.
La lectura inicial que hacen estos altos dirigentes, aparte de que quedan mucho debate por hacer, se basa en que toda reflexión sobre Compromís se debe hacer no solo desde el Bloc, sino considerando más sectores sociales y políticos implicados en el mismo proyecto. Pero, a su vez, este destacado grupo de presión considera que una reflexión sobre Compromís se debe hacer cuando llegue el congreso de Compromís, que no es la cita que ahora está en el calendario. De momento, en el horizonte, el Bloc se juega su futuro.
Por otra parte, anoche Compromís registró un grupo parlamentario en el Congreso en el que inicialmente se integrarán también Junts per Catalunya, Más País y el Bloque Nacionalista Galego.
