Las facilidades que ha encontrado Carlos Mazón para constituir una comisión técnica con Mónica Oltra y arrancar el proceso de devolución de competencias sociales a la Generalitat contrastan, sin embargo, con la lentitud del procedimiento para crear la comisión bilateral prometida por Ximo Puig para establecer un cauce de diálogo entre ambas administraciones. Las dificultades del jefe del Consell para activar la maquinaria y ordenar las relaciones con la Diputación son una evidencia. Tres meses después de aquel anuncio, el mencionado foro no ha comenzado ni tan siquiera a dar sus primeros pasos. El escollo amenaza con abrir otro agujero en las relaciones entre los dos dirigentes tras el episodio del pasado viernes en el Teatro Principal con la propuesta federalista de Puig durante el Día de la Constitución.
En esa mesa, entre otras cosas, se tenía que consensuar el reparto de ayudas del Fondo de Cooperación Municipal que la Diputación rechazó aplicar durante los últimos tres años y que, a partir de ahora, tendrá que asumir tras el anuncio del Consell de convertirlo en una ley que está en sus últimos trámites antes de ser remitida a las Cortes. En el segundo encuentro que Puig mantuvo con el titular de la corporación provincial el día 3 de septiembre, los dos presidentes coincidieron en el buen tono de las conversaciones y en la prioridad de que la comisión se convirtiera en una búsqueda de consenso y cooperación en diferentes asuntos como la Ley de Mancomunidades o Servicios Sociales. A día de hoy, el compromiso, desde luego, hace aguas.
En la Diputación, tras la reunión del lunes, ponen como ejemplo a Mónica Oltra ante la falta de una actuación rápida de la Presidencia de la Generalitat. Ahora gusta más la líder de Compromís que el jefe de los socialistas. Mientras la vicepresidenta ya ha creado la comisión entre la Generalitat y la Diputación para agilizar los asuntos sociales, Mazón no ha conseguido resolver la situación del Fondo de Cooperación con un marco estable. El traspaso en menos de un año de la gestión del servicio de Teleasistencia en la provincia de Alicante, dotado con 1,1 millones anuales, arrancará el proceso de devolución de competencias sociales a la Generalitat que actualmente presta de manera impropia la Diputación. Así lo acordaron Oltra y Mazón en la constitución de la mesa de políticas sociales. Mazón calificó de «histórica» la visita del pasado lunes de Oltra y no dejó de destacar el clima de entendimiento para la creación de este foro. «Uniendo esfuerzos». Así calificaba este encuentro Mazón, mientras reconocía compartir objetivos con la vicepresidenta, tras sus desavenencias con Ximo Puig por su defensa del federalismo.
Y frente a las posturas coincidentes con la dirigente de Compromís, el PP de Carlos Mazón reclama a Puig una mayor contundencia para hacer realidad un proyecto como el de la mesa bilateral entre ambas administraciones que ya fue consensuado y que condicionaría la inclusión del Fondo de Cooperación Municipal, ahora en el aire, en los presupuestos que PP y Ciudadanos han acordado en la Diputación. Unas cuentas provinciales que están en su recta final y podrían aprobarse el 30 de diciembre. El PSPV y Compromís ha exigido que se incluya este fondo en las cuentas, aunque el equipo de gobierno tiene sus dudas. Iba a ser un tema a debatir en la comisión mixta que no ha comenzado a funcionar. Fuentes cercanas a la Presidencia de la Generalitat aseguraron ayer que están dando pasos y que el secretario autonómico Alfred Boix remitió hace unos días un escrito a los máximos responsables de las tres diputaciones de la Comunidad para que designen a los cuatro componentes de esta comisión bilateral.
Entrega el viernes a la oposición de las cuentas provinciales
El equipo de gobierno en la Diputación, formado por PP y Ciudadanos, ha alcanzado un acuerdo y ya ha elaborado un primer borrador de presupuestos. Ayer el presidente Carlos Mazón anunció en la Cadena Ser que presentará el documento el próximo viernes a la oposición para tratar de alcanzar un consenso. Sin embargo, los portavoces de PSPV y Compromís han criticado la «poca palabra» de Mazón al demorarse en la presentación de este borrador.
