Compromiso firme contra la violencia machista. Las Cortes Valencianas declararon ayer la emergencia feminista en todo el territorio valenciano y manifestaron su compromiso con esta lucha, gracias al apoyo de todos los grupos parlamentarios menos Vox, que votó en contra. La propuesta acordada por el pleno del Parlamento valenciano fue presentada de forma conjunta por el PSPV-PSOE, Compromís, Unides Podem, PP y Ciudadanos, después de que hace mes y medio Vox impidiera una declaración institucional con este contenido, como pedían plataformas feministas que ayer siguieron el debate.El texto aprobado pide reforzar la lealtad institucional de todos los grupos políticos para fortalecer la labor del Gobierno valenciano y el de España en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, hasta alcanzar «una sociedad libre de violencia machista».

La diputada de Unidas Podemos Cristina Cabedo fue la primera en intervenir para explicar el voto, desplegando en la tribuna de oradores un largo cartel con los nombres de las 52 mujeres asesinadas por la violencia machista en 2019, y dedicando todo su tiempo a citarlas y a explicar cómo fueron asesinadas. El cartel presidió los discursos de todos los grupos a excepción de la de Vox, que lo tiró al suelo, si bien fue recolocado en la tribuna cuando acabó la intervención de la diputada de la extrema derecha.

Desde el PSPV-PSOE, Rosa Mustafá señaló que la finalidad es «combatir una realidad cruel y asfixiante que pasa por encima de los derechos de las mujeres» y ante la que «no hay excusas», y parafraseando a Vicent Andrés Estellés para decir: «El día en que no podremos más, y entonces lo podremos todo, ha llegado». La diputada de Compromís Mónica Álvaro añadió que «durante mucho tiempo nos lo han quitado todo, pero finalmente nos han quitado el miedo», reivindicando el feminismo frente a «la barbarie, la violencia y la cobardía de no poder mirar a una víctima a la cara» y añadió que quien odia el feminismo es porque lo teme. La diputada del PP Luisa Mezquita apostilló que «no queremos ser ni una menos», reivindicó la prisión permanente revisable, y afirmó que la violencia de género no es una cuestión ideológica, aunque algunos «se empeñen en hacerla suya y otros en negarla».La parlamentaria de Ciudadanos María Quiles reconoció que no haber podido conseguir la unanimidad le da «pena y ganas de llorar» e instó a Vox a reconsiderar su voto, porque se trata de una cuestión «moral, de apoyo a todas las mujeres», y aunque seguramente «hay que cambiar cosas», hay que hacerlo «todos juntos».

En nombre de Vox, la diputada Llanos Massó dijo que hay que erradicar «cualquier tipo de violencia» y que si hubiera una verdadera emergencia feminista implicaría que la mitad de la población no tendría reconocidos sus derechos. También instó al PP a abandonar «los postulados del consenso progre y regresar a la sensatez».