Toni Cantó se ha agarrado con fuerza a la borda de la nave a la deriva en la que se ha convertido Ciudadanos pese a las voces críticas que le exigen que tome nota y se marche. El síndic naranja en las Cortes no quiere convertirse en otra víctima de la debacle electoral y ha basado su estrategia en torno a un objetivo rotundo: defender su liderazgo en la Comunidad respecto a los disidentes que le piden que desligue su futuro del de la formación naranja tras los malos resultados del pasado 10-N. En plata: cavar una trinchera defensiva y resistir hasta donde pueda. Lejos de abrir la puerta a una posible dimisión, Cantó quiso sacudirse ayer las etiquetas que lo debilitan frente a un grupo parlamentario dividido, un gran sector del partido liderado por Emilio Argüeso que está dispuesto a pasarle la factura por el hundimiento electoral y, además, la marcha de José Manuel Villegas, uno de sus máximos defensores, con lo que se queda sin valedores en Madrid.
El síndic aseguró, durante un encuentro con periodistas en València, que en el Consejo General del partido hay que comenzar a revisar su estructura organizativa, así como cambiar a ciertas personas, todo ello para conseguir que quien capitanee el partido en el futuro «tenga el mejor barco a su disposición». Lejos de hacer autocrítica, él se siente «responsable de haber conseguido el mejor resultado en la historia del partido en la Comunidad Valenciana», dijo. En el momento más crítico de Ciudadanos y pese a la decisión de Villegas de abandonar la dirección y los reproches de la corriente afín al secretario de organización y senador, Emilio Argüeso, que han afirmado que debe dejar el partido, ayer Cantó afirmó que «yo quiero cambios, quiero mejoras, creo esa es la forma responsable, y también leal, de relacionarse con los compañeros de partido, hacer autocrítica, asumir errores, pero también señalar dónde están los de los demás». Pidió, de hecho, más poder para tomar el control de la portavocía autonómica del partido.
Incidió, de hecho, en que planteará cambios en la estructura de la organización y agregó que hay que aprender, tanto a nivel nacional como autonómico, de lo que ha pasado: «Lo que tiene que encarar ahora el partido va más allá de los nombres, hay que hacer una autocrítica que ya se ha hecho, que se está haciendo. Más allá de los nombres, tiene que ver con cómo está funcionando el partido». Ante la pregunta de si se ve responsable también en cierta medida por ser la cara visible de Ciudadanos en la Comunidad, afirmó que «yo de lo que me siento responsable es de haber conseguido el mejor resultado en la historia del partido en la Comunidad y haber pasado de 13 a 18 diputados». Preguntado sobre si todo este proceso puede suponer un relevo en la portavocía autonómica de la formación, que ostenta el portavoz en València, Fernando Giner, indicó que realmente eso le «da igual» porque ahora están «en algo muy por encima de esa decisión».
Toni Cantó también destacó la valía de Inés Arrimadas y afirmó que es «una mujer que está muy bien valorada en la sociedad española» y es «de lo mejorcito en el Congreso». A su juicio, Albert Rivera «hizo un gran ejercicio y dio una salida» al partido, por lo que «ha puesto en valor la lección» que tanto él como otros dirigentes nacionales han dado con sus dimisiones. Afirmó que el próximo sábado se abordarán diferentes cuestiones como la posibilidad de que otros responsables sigan el mismo ejemplo y renuncien a su cargo, algo de lo que Toni Cantó no se da por aludido.
