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Doble apuesta de Puig: refuerza su aval a Pedro Sánchez y la «vía valenciana» del federalismo

El jefe del Consell respalda el giro estratégico de Iceta y gana influencia en la búsqueda de una solución a la crisis territorial que debe incluir una nueva financiación autonómica

Ximo Puig junto al líder del PSC, Miquel Iceta, hace unos días durante una visita a Barcelona. efe

Con un 92% de los militantes socialistas a favor del pacto con Podemos para la investidura y con el foco puesto ahora en la decisión de Esquerra Republicana de Cataluña para colaborar en la gobernabilidad de España, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, puso encima de la mesa una doble decisión estratégica de enorme calado. Uno. Estrechar su alianza con Pedro Sánchez y convertirse en el principal aliado territorial para que pueda echar a andar la legislatura frente a los barones críticos del PSOE, que encabeza el manchego Emiliano García Page pero muy debilitados tras el veredicto de la militancia. Y segundo. Ganar influencia en lo que puede convertirse en el embrión de una «solución catalana» que, junto al diálogo como base, camine hacia una estado federal que incluya una salida para asuntos ligados a la «agenda valenciana» como una nueva financiación autonómica.

Ahora mismo, Ximo Puig es el principal dirigente territorial del PSOE que avala la investidura de Pedro Sánchez con los votos de formaciones de ámbito autonómico. Ya ha manifestado en reiteradas ocasiones esa posición. El jefe del Consell entiende que tiene una posición privilegiada en este debate por dos motivos: su experiencia de gobierno al frente del Botànic con un ejecutivo de coalición y su relato, ya conocido, a favor del reconocimiento de la diversidad y la pluralidad de España. Pasa de coser la Comunidad Valenciana a intentar colaborar en la operación para intentar hilvanar el conjunto del Estado. Una «vía valenciana» para dar salida al problema territorial.

Y con ese objetivo, de momento, el jefe del Consell pone tres cuestiones sobre la mesa: la necesidad de asegurar un nuevo gobierno con Podemos, un entendimiento con Esquerra Republicana más allá de la investidura para integrar al catalanismo político en la gobernabilidad de España y, finalmente, iniciar una reforma que camine hacia el modelo federal con una visión plurinacional de Estado, como plantearán los socialistas catalanes en su congreso de diciembre. Así que Puig hace frente común con el líder del PSC, Miquel Iceta, ahora mismo el dirigente territorial socialista más influyente en Madrid. El frente del Mediterráneo, al que también se suma aunque de forma más tibia la balear Francina Armengol, liderando el mensaje de los socialistas frente al eje central.

Durante una entrevista en TVE, Ximo Puig defendió la «visión federal» que debe tener el PSOE. «Parece que haya una animadversión como si fuera un espacio casi de propiciar el independentismo, cuando es todo lo contrario, federar es unir desde la diversidad. Eso es España», señaló. «La Constitución dice claramente que hay nacionalidades y regiones, la propia Constitución habla de la pluralidad y diversidad de España», alegó antes de defender que toca abordar «en serio» la cuestión territorial. Abogó por que el pacto con ERC vaya más allá de la investidura. Apostó por un «acuerdo de estabilidad» porque sería «muy oportuno». Consideró que hay que «generar espacios de serenidad y tranquilidad» que son positivos para la convivencia, la economía, y también para la ciudadanía.

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