Los grupos parlamentarios socialista, Compromís y Unides Podem han rechazado este lunes devolver al Gobierno valenciano la conocida como ley de Acompañamiento a los Presupuestos de la Generalitat para 2020, tal y como habían pedido el PP, Ciudadanos y Vox.

El pleno de las Cortes Valencianes ha debatido y votado las tres enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos de la oposición al proyecto de ley de medidas fiscales, de gestión administrativa y financiera, y de organización de la Generalitat.

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, ha defendido que la norma tiene un "marcado carácter social y de impulso económico", y contempla las medidas necesarias para hacer efectivas las políticas sociales, promover la actividad económica y hacer "más eficaz" y "más transparente" la gestión de la administración.

Desde la oposición han considerado que las medidas contenidas en esta ley no contribuyen a solucionar los problemas de los valencianos ni se contempla ninguna medida expansiva ni rebaja impositiva o fiscal, mientras se crean más chiringuitos y se ponen obstáculos a las inversiones.

La portavoz adjunta del PP Eva Ortiz ha denunciado las 147 páginas de enmiendas parciales que los partidos que sustentan el Consell han presentado para introducir cambios legislativos "investidos de legalidad" pero "sin filtros, sin controles y sin fiscalización".

Ha considerado que la ley pone obstáculos a la inversión y el empleo, como la modificación de la ley de carreteras para impedir el proyecto Puerto Mediterráneo; sube tasas e impuestos, crea más chiringuitos, convierte la publicidad institucional en propaganda y favorece más nombramientos a dedo y más enchufes.

La socialista Sabina Escrig ha defendido que en el Botànic apuesta por "la igualdad y la justicia social" con esta ley y con todas sus leyes, frente a un partido, como el Partido Popular, que se doblega y "blanquea a la extrema derecha", y al que ha augurado que se le va a hacer "muy larga la oposición".

Escrig también ha acusado a Ortiz de haberse convertido "en una profesional de la denuncia", a lo que ésta ha replicado que no tiene miedo ni se va a callar y seguirá denunciando aquello que considere necesario, como las ayudas a las empresas vinculadas a familiares del president de la Generalitat, Ximo Puig.

El diputado de Cs Toni Woodward ha considerado que solo la modificación de leyes aprobadas la pasada legislatura sería motivo suficiente para presentar una enmienda a la totalidad, pero ha criticado también la política fiscal del Consell y que vaya a eliminar el impuesto de sucesiones solo a las empresas, y no a todos.

Desde Compromís, su portavoz parlamentario, Fran Ferri, ha defendido que todas las leyes de acompañamiento elaboradas por el Botànic han tenido un claro objetivo que es "mejorar la vida de los valencianos", y se ha alegrado de no compartir principios con un partido que permite avanzar a las políticas de extrema derecha.

El portavoz adjunto de Vox José María Llanos ha denunciado que esta ley de Acompañamiento da cobertura a un "presupuesto ficticio, irrealizable y meramente electoralista", y solo "acompaña a la pobreza y al me lo llevo todo", pues introduce cambios legislativos escapando "del control normal de las deliberaciones y el debate".

En su réplica, la síndica de Unidas Podemos, Naiara Davó, ha defendido que esta norma es "necesaria y posible", ante un partido, como Vox, que quiere acabar con las autonomías, y a cuyos diputados ha dicho que si tan claro lo tienen, "renuncien a su sueldo y váyanse a casa, que estaremos mucho mejor".

También le ha replicado Fran Ferri, quien ha acusado a los miembros de Vox de ser unos "vagos y maleantes" porque no trabajan en las Cortes y porque "buscan hacer el mal", y Sabina Escrig, quien ha acusado a este partido de "estar más en coser botones que en coser la sociedad".