? Anoche no hubo lágrimas en la sede alicantina de Ciudadanos, pero al menos una persona se llevó la mayoría de los abrazos, el oriolano Juan Ignacio López-Bas, que entró en el Congreso el pasado mes de abril y anoche se quedó fuera de la Cámara Baja. El oriolano, en sus palabras de agradecimiento a sus compañeros y casi de despedida, hizo una reflexión que a muchos les quedó grabada. «A este partido le queda mucha vida, pero igual tendremos que cambiar la forma de actuar. Si hasta ahora hemos funcionado de arriba a abajo, ahora toca trabajar de abajo a arriba», señaló, haciéndose eco del mayor poder local que ahora atesora Ciudadanos, después de las últimas elecciones municipales, en las que consiguieron cuota de poder local en ayuntamientos y la Diputación.