El bloqueo político en Madrid ha dado paso a una jornada de resultado incierto por las dudas de los electores y las diferencias que mantiene la izquierda para formar gobierno. Están en juego, a pesar de la baja intensidad de una campaña de corte ideológico y más allá de Cataluña, asuntos cruciales. Entre ellas, formar un gobierno estable después de que las negociaciones entre los socialistas y Podemos saltaran por los aires y sus líderes rompieran. Así que acabar con la parálisis del Gobierno será la primera piedra de toque que tendrán que resolver los partidos con los resultados del 10-N en la mano. A partir de ahí, de lo que ocurra en Madrid depende el rumbo que puedan tomar media docena de carpetas que pueden ser determinantes para el futuro tanto de la Comunidad como de la provincia.
En el caso de que se pueda resolver el bloqueo, estas elecciones afectan a otros muchos temas fundamentales como la estabilidad institucional del Consell del Botànic o la Diputación de Alicante además de cuestiones de la «agenda valenciana», inéditas durante la campaña, como la financiación autonómica, las inversiones del Estado en la provincia de Alicante, el compromiso de Madrid con la reconstrucción de la Vega Baja tras la «gota fría» con el cambio climático, culminar las obras del Corredor Mediterráneo o las amenazas que se ciernen sobre la industria turística con el posible impacto económico que pueda tener un futuro Brexit.
Estabilidad en instituciones
El resultado de estas elecciones generales puede ratificar al bloque de la izquierda en el Consell del Botànic con un segundo aval en las urnas tras la victoria de abril o bien dar aire a la oposición del PP y Vox -está por ver lo que pasa en Ciudadanos- para acentuar aún más la disputa política en las Cortes. También se puede trasladar este escenario a la Diputación, donde el equipo de gobierno formado por el PP. Empujados por un resultado electoral de los naranjas que apunta a un importante retroceso, la oposición ha mostrado su intención de mover ficha y hurgar en esa herida. En función de las urnas, Ciudadanos tendrá que decidir si mantiene sus alianzas o se plantea variar su estrategia para enderezar el rumbo.
Financiación autonómica
Tanto el candidato socialista, Pedro Sánchez, como el líder del PP, Pablo Casado, se han comprometido a un nuevo modelo de financiación. Eso sí, sin fechas ni calendario. ¿Brindis al sol o promesa real? Pese a esas declaraciones, Pablo Iglesias, líder de Podemos, fue el único que citó la cuestión en el debate televisado; y Més Compromís, junto al bloqueo político, lo ha reivindicado como eje de su campaña. Esto coincide con un momento en el que, además, la cuestión se ha consolidado como un asunto de peso en la sociedad valenciana. En la última encuesta publicada por este diario, el 88% de los ciudadanos ya lo considera un problema muy importante (49,8%) o bastante importante (38,2%). Junto a eso, un porcentaje superior al 60% considera que la Comunidad no recibe un trato justo desde España. Una cuestión ya determinante en la agenda social y política valenciana pero que aún está por resolver. Y que no parece fácil de desentrañar sin una salida a la crisis en Cataluña.
Inversión del Estado en Alicante
La carencia de inversiones del Estado en la provincia ha tenido presencia constante entre los agentes sociales alicantinos pero mínima repercusión en esta campaña. A la falta de financiación autonómica se suma que la provincia es la cuarta del Estado con menos inversiones por habitante una vez que los dos últimos presupuestos del PP pusieran a Alicante en las peores cifras de toda la historia. Ahora están vigentes las cuentas de 2018, las últimas elaboradas por Cristóbal Montoro. Los socialistas, en su propuesta tumbada en febrero, tampoco revertían la situación para la provincia aunque sí, en parte, si se tienen en cuenta los números para toda la Comunidad.
Corredor Mediterráneo
Dentro de las infraestructuras, el retraso en las obras del Corredor Mediterráneo es otros de los asuntos pendientes. Todo el mundo la define como una actuación vital y asumen la responsabilidad de convertirla en una prioridad política que mejorará la economía pero, de momento, su plazo de ejecución final continúa arrojando muchos interrogantes.
Reconstrucción de la Vega Baja
Los agricultores y regantes de la Vega Baja han denunciado que las aportaciones económicas del Gobierno de Madrid son insuficientes y no cubren los daños ocasionados debido a las intensas lluvias registradas el pasado mes de septiembre por el paso de la «gota fría». Del gobierno que salga dependerá la llegada de más dinero desde el Estado. Pero, además, el nuevo Ejecutivo tendrá que afrontar una segunda cuestión. Las comunidades de regantes de la Vega Baja han acudido a la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Alicante, adscrita a los Juzgados de Orihuela, para solicitar la apertura de diligencias de investigación a la actual directiva de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), presidida por Mario Urrea, por los estragos de la gota fría. Desde el Gobierno, sea cual sea su color, tendrán que determinar si entran a depurar cualquier responsabilidad o si pasan página.
Posibles efectos del Brexit
El sector turístico ha mostrado una gran preocupación por las consecuencias del Brexit en las relaciones y exportaciones con el Reino Unido en una provincia con un alto número de habitantes británicos. Será una cuestión que, de producirse, el nuevo Gobierno deberá afrontar con otra elemento muy importante: otra crisis económica en el horizonte.
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