La mayor inversión territorializada de la historia del Consell en Alicante sirve para paliar «un déficit histórico» con esta provincia que, en un futuro, si los servicios públicos y las infraestructuras de las localidades alicantinas están más equiparados al resto de la Comunidad, igual ya no tiene por qué ser así. El conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, dio a conocer ayer con detalle las inversiones territorializadas que los presupuestos de la Generalitat para 2020 contemplan para la provincia de Alicante. El próximo año, los 141 municipios alicantinos recibirá 346,5 millones de euros en inversiones ya fijadas, lo que supone un incremento del 18,1% con respecto a los presupuestos de 2019 y el 39,3% de la inversión territorializada, lo que significa 2,3 puntos por encima del peso poblacional de las comarcas alicantinas respecto a la Comunidad.
A esta cifra se debe incorporar, previsiblemente, otra tercera parte de los 874,1 millones de euros en inversiones sin territorializar, según adelantó ayer Soler, que no se quiso pillar los dedos y confirmar un porcentaje exacto de las actuaciones que llegarán por conceptos más amplios, sin entrar en el ámbito territorial. En todo caso, el conseller socialista si garantizó que el reparto se hará «con criterio» y no como los ponían en marcha «otros gobiernos anteriores». Y ahí no acaba la ayuda para las ciudades y pueblos alicantinos, ya que a los 321,5 millones en los capítulos de inversiones reales (VI), de transferencias de capital (VII) y del Sector Público Instrumental (donde se incluye la Sociedad Proyectos Temáticos que gestiona el Distrito Digital), se deben añadir otros 35 millones en ayudas para reparar los daños ocasionados por la DANA (25 de ellos solo para viviendas afectadas). La cifra final de millones de euros, horas antes de acabar la campaña electoral se fija en unos 381,5 millones.
Ronda territorial
El día después de cerrar la ronda de comparecencias de los conselleres en las Cortes para presentar los presupuestos de cada departamento, Vicent Soler se desplazó a Alicante -hoy acude a la ciudad de Castellón-, donde quiso realizar el «primer análisis territorial» de las cuentas para 2020. Con la campaña electoral de telón de fondo, Soler aseguró que las intervenciones de sus compañeros del Consell se ha realizado «en un ambiente poco propicio», con una «crispación que se notaba que venía de fuera» pero, «a pesar de todo, lo hemos hecho», insistió Soler.
Entre ese «todo», el conseller habló de que no están confirmados ingresos como las entregas a cuenta que enviará el Gobierno central el año que viene («pero no esperamos equivocarnos mucho»), y de manera más elocuente, sin tener un Gobierno estable en Madrid a partir de las elecciones de este próximo domingo, que reforme el denostado sistema de financiación autonómico. Aquí Soler no dejó lugar a dudas. «Si el próximo Gobierno es afín tendremos más posibilidades, y si el Gobierno no es afín... tendremos más problemas». Y eso que el conseller considera que las cuentas giran en torno a tres «erres»: reivindicación a incluir los 1.325 millones «históricos» que separan los valencianos de los ingresos per cápita para cubrir los servicios como en el resto de España; responsables al llegar «en tiempo y forma», y realistas, al contemplar la situación macroeconómica y estar avalados por la Autoridad Fiscal Independiente.
Pedro Sánchez evita otra vez poner fecha para el nuevo sistema de financiación
El candidato socialista llama en un mitin en Castellón a frenar el «franquismo» y «parar los pies a la derecha»
El jefe del Ejecutivo y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, prometió ayer en Castellón un nuevo sistema de financiación autonómica «que beneficiará a la Comunidad Valenciana», siempre que consiga formar gobierno tras las elecciones del 10 de noviembre. Un nuevo modelo de transferencias de dinero de atender las necesidades de las comunidades autónomas para la que no puso fecha una vez más, al igual que hizo en los otros dos mítines realizados esta campaña en la Comunidad, en la población alicantina de Elda y en la valenciana de Mislata. La misma promesas, repetida tres veces, sin concretar plazo.
En un mitin ante 1.200 cargos, militantes y simpatizantes en el Espacio La Pérgola de Castellón, avisó que para poder abordar la revisión del sistema de financiación se precisa la formación de un Ejecutivo estable que cuente con estabilidad parlamentaria para poder sacarlo adelante. Y de la financiación, al franquismo. En el penúltimo día de la campaña, Sánchez pidió el voto para el PSOE porque es el único que servirá para «frenar al franquismo» que representa Vox y que permitirá formar Gobierno y hacer avanzar al país. El líder socialista llamó a la movilización para hacer frente a una ultraderecha que anhela «una España en blanco y negro», la de hace 44 años que «el PP y Cs no combaten». Y otro anuncio de Sánchez: acabar con la Fundación Francisco Franco y con cualquier vestigio del franquismo en la próxima legislatura.
