Pablo Iglesias puso ayer como ejemplo de gobierno de cooperación al Botànic II y elogió la predisposición por negociar del jefe del Consell, Ximo Puig, frente a Pedro Sánchez con quien no pudo sacar adelante la investidura. El candidato de Unidas Podemos a la presidencia del Gobierno afirmó ayer que si ganan estas elecciones generales no serán «tan arrogantes» de pedir «todos los sillones» para ellos, y destacó que el socialista Ximo Puig no lo fue a la hora de pactar el Gobierno valenciano. En un acto en Feria Valencia ante unas 700 personas junto a los cabezas de lista por la Comunidad Valenciana, Iglesias alabó que el presidente de la Generalitat «supo que tenía que pactar» con Unides Podem y con Compromís para llegar a un acuerdo de gobierno «proporcional a los votos que representa cada uno» en la Comunidad. Un dardo para Pedro Sánchez.

Durante su intervención, Iglesias replicó a los «intelectuales de campaña» que buscan recuperar «algo de credibilidad diciendo que viene el lobo» que a la extrema derecha «no se le combate con eslóganes», sino con políticas sociales. Asimismo, lamentó la insistencia de Pedro Sánchez en tender la mano a la derecha para gobernar, y afirmó que muchos socialistas no entienden que el «con Rivera no» se convierta en «con Casado sí». La estrategia de Pablo Iglesias también pasó por denostar con dureza a la derecha y agitar el miedo contra los ultraderechistas de Vox. «Son las políticas económicas de Merkel, de Montoro, de Calviño, las que traen los Abascales, es la pobreza la que hace enfrentarse al penúltimo con el último» aseveró Pablo Iglesias mientras añadía que la falta de derechos sociales y de una sanidad y una educación adecuada es «la que trae a la extrema derecha a instalarse en los barrios».

El líder de Podemos reclamó que no se diga que se puede frenar a la extrema derecha gobernando con el programa del PP, llevando a Bruselas la mochila austriaca o haciendo recortes, porque es la crisis económica «la que genera el caldo de cultivo de la extrema de derecha». En su opinión, la «única manera de poner límite» a la extrema derecha en España es que haya un ejecutivo de izquierdas de verdad, que proteja a la gente y que dé seguridad a las familias». Iglesias añadió que «los fascistas no nos dan ni media lección de lo que significa ser español» y reivindicó que no están aquí «para regalarle el voto a nadie», sino para formar parte del Gobierno.