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Condena unánime a la amenaza de Vox de ilegalizar a Compromís

Todos los grupos políticos, tanto del Botànic como de la oposición, censuran la propuesta de la diputada alicantina Ana Vega

Condena unánime a la amenaza de Vox de ilegalizar a Compromís

Poco ha tardado Vox en sugerir que Compromís pueda ser ilegalizado. Si desde hace unos días, el secretario general del partido de ultraderecha, Javier Ortega Smith proclama allá donde va que el PNV no debería tener actividad política, ayer fue la portavoz de Vox en las Cortes Valencianas, la alicantina Ana Vega, la que agarró esa bandera para asegurar, en sede parlamentaria y al acabar una Junta de Síndics, que si Compromís «se posiciona claramente en la misma línea que los partidos nacionalistas catalanes, desde luego que solicitaremos su ilegalización». «Y es la deriva que están tomando», amenazó. Menos de 24 horas después de que Ortega Smith vinculara en un mitin en Alicante que el PNV y el nazismo tienen lazos comunes, por la «raza aria» y el «RH vasco», la presidenta provincial de Vox, amiga personal de Ortega Smith, con quien trabajó en el gabinete jurídico que ejerció la acusación popular en contra de los líderes del «procés» independentista catalán, matizó que Compromís «parece que va en una línea a veces un poquito más suave que los partidos nacionalistas» pero ante «la deriva que están tomando», insistió, los ultras amenazaron con estar «muy vigilantes», controlando si la coalición que lidera Mónica Oltra traspasa «una línea muy fina», sentenció Ana Vega.

En la misma comparecencia ante los medios de comunicación, al acabar la Junta de Síndics, la representante de Compromís, Mònica Álvaro frenó a los ultraderechistas al considerar que no estamos ante «una cuestión seria». Para la portavoz adjunta de Compromís, «a la extrema derecha no se debate, a la extrema derecha se la combate». Y a partir de ahí, si algo consiguió ayer Vox fue el rechazo unánime del resto de formaciones políticas. Tanto entre los socios del Gobierno del Botànic, como entre la oposición, el nuevo incendio provocado por la formación ultra en la recta final de la campaña electoral sirvió para que izquierda y derecha marcaran distancia con Vox.

«Un peligro para la convivencia»

El síndic del PSPV-PSOE, Manolo Mata afirmó con total rotundidad que «el peligro de nuestra convivencia hoy lo están poniendo sobre la mesa quienes se presentan como constitucionalistas pero son constitucionalistas de pacotilla». Mata aseguró que a los socialistas «ni siquiera un partido como Vox nos gustaría que lo ilegalizaran», pero eso no quiere decir que cualquier «coqueteo con esas ideas es peligrosísimo, porque lo que quiere es destruir el modelo que más convivencia, más paz, más seguridad y más desarrollo ha llevado a España, que bastante ha sufrido en su historia». Por su parte, la síndica de Unidas Podemos, Naira Davó, también indicó que en el concepto de España de su partido «caben hasta ellos». Davó criticó que el proyecto de Vox es «expulsar a todos aquellos que no piensan como ellos, ya sea por su condición sexual, por su género o por su ideología. Pretenden mutilar la idea de España expulsando a la mitad de su población solo porque no es de extrema derecha».

Desde la bancada del PP y Ciudadanos, el repudio a la «sugerencia» de Vox fue a coro, con algo de menos contundencia pero con la misma claridad. Para la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, su formación política «no habla de ilegalizar partidos dentro de la Constitución y del Estatut d'Autonomia. Un partido legal es legal y punto», añadió Bonig. De forma más irónica se pronunció el síndic de Ciudadanos, Toni Cantó, para el que Compromís «es una amenaza para la economía valenciana, para el empleo, para las empresas extranjeras y españolas, para la libertad en la educación y la elección de la lengua, pero nosotros no creemos que se deba ilegalizar». Cantó se mostró partidario de que los partidos nacionalistas obtengan un 3% del total nacional de votos para entrar en la Cámara Baja. «El camino no es pedir la ilegalización de todo el mundo, sino poner un límite para que estén en el Congreso», añadió. El día ya comenzó animado para los responsables alicantinos de Vox. De camino a València se pararon y quitaron de un puente de la carretera publicidad electoral de Esquerra Republicana. Una pancarta que consideran «basura separatista» en una acción que, además, subieron a las redes sociales para jactarse de su hazaña.

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