P ¿Por qué le volvemos a hacer una entrevista como candidato al Congreso seis meses después de las últimas elecciones?
R Porque desgraciadamente en España lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no acaba de morir. Estamos en un periodo de transición política y eso redunda en cierta inestabilidad dentro de las instituciones. De los que se trata es de garantizar la estabilidad de las familias, no de las instituciones. Cuando lo consigamos, nosotras daremos por cerrado este ciclo.
P ¿Cómo se afrontará el día después, el 11-N: borrón y cuenta nueva con el PSOE
R Por nuestra parte no. A la política no se viene a hacer amigos, se viene a tratar de defender los intereses de los tuyos y de las tuyas. Y vamos con esa tranquilidad. La correlación de fuerzas que decida la ciudadanía es el baremo por el que nos debemos de guiar. Lamentablemente, Pedro Sánchez no entendió esto en la pasada fase y confiamos en que los españoles y la realidad le terminen de convencer.
P Si la izquierda suma, ahora será inevitable pactar con los socialistas ¿O Podemos va a volver a poner sus condiciones?
R Nosotras nos sentaremos a negociar conscientes de la correlación de fuerzas que tengamos en cada momento. Evidentemente, pondremos condiciones porque para eso hemos llegado, para intentar incidir en la toma de decisiones. Cuando dicen que arrastramos rencores, no sé los demás, pero para nosotras, rencor, ninguno. Hay que venir llorado de casa.
P ¿Hasta dónde les va a perjudicar la irrupción de Más País creado por Íñigo Errejón?
R Vamos a ver qué da de sí Más País. Hay programas muy similares y eso implicará algún tipo de confluencia programática. Es una prueba de que las izquierdas nos entendemos. Sin rencor, esto no es personal y debemos llegar a un acuerdo que garantice los cambios profundos y necesarios que necesita la sociedad española.
P Uno de los ejes de esta campaña para Unidas Podemos
R Uff (resopla). Es un abandono histórico, desde el desarrollo industrial español en el siglo XIX. Y más en concreto, en los últimos 15 años. Falta de financiación, de infraestructuras ferroviarias, de gestión de agua, sumada al proceso de precarización acelerada que he sufrido la población trabajadora y que aquí ha tenido una cara muy alicantina, en el sector servicios, en manufacturas y en el sector agrícola. Es vergonzoso.
P ¿Tener una financiación adecuada se consigue ampliando la tarta de transferencias los territorios o repartiendo mejor?
R Ha habido un trato injusto a la Comunidad Valenciana las últimas décadas, agudizada para provincia de Alicante, que es la epítome de esa situación. Pero el problema no es el reparto, sino la falta de recursos que tiene el Estado.
P Ustedes insisten en la economía verde, en luchar contra la precariedad laboral y en la vivienda sostenible, y lo hacen cuando se anuncian una nueva recesión. ¿Es la mejor forma de afrontar la realidad económica?
R Precisamente porque tenemos unos nubarrones en la lontananza es cuando toca al Estado dar un paso al frente. Alemania acaba de anunciar un paquete de estímulo fiscal de 50.000 millones para financiar la transición ecológica. Me gustaría que los políticos españoles tengan la misma actitud que Angela Merkel, aunque luego ella nos aconseja lo contrario.
P Cambio climático. ¿La gota fría debe ser un punto y aparte?
R Debe serlo porque todos los vecinos nos advertían que este último temporal había sido superior a otros. Siempre hemos hablado de necesidad de infraestructuras de gestión de agua, tanto para afrontar periodos de sequía como los episodios de crecidas de cauces.
P ¿La crisis catalana va a marcar el resultado de las elecciones?
R Tendrá un efecto, pero espero que el resto de problemas de los españoles estén también sobre el debate. Yo soy optimista porque ya hay una generación que ha nacido en la transición ecológica y va a forzarnos a llegar a una solución. Los jóvenes han entendido muy bien que el planeta no es su patrimonio.
P ¿Son los jóvenes los que deben arreglar el conflicto catalán?
R Totalmente. La población española está dividida y quien marca el paso de la vía de diálogo es la juventud nacida en democracia. Afrontar el problema catalán como una cuestión de orden público es la mejor manera de enquistarlo.
P ¿La exhumación de Franco es una excusa más para que discutan el PSOE y Unidas Podemos?
R En campaña cualquier cosa va a ser excusa. Estamos celebrando 44 años tarde algo que nunca se tenía que haber producido, el hecho de consagrar un monumento público a un genocida. Estamos saldando cuentas con nuestro pasado, pero queda mucho por saldar, como las familias de los desaparecidos o el aparato represivo del Estado que nunca fue depurado.
P Una diferencia respecto a las elecciones de abril es que Unidas Podemos gobierna en la Comunidad Valenciana. A parte de reivindicar el Botànic como ejemplo de acuerdo, ¿este escaparate les está reportando beneficios?
R Sí y no. Entrar en el Gobierno ha demostrado que no es el acabose. No hubo un cataclismo bíblico que muchos anticipaban, pero también te digo los nuestros están haciéndose un poco con las riendas de la administración. Yo confío en que se vayan a notar cambios profundos en los unos meses.
