Los primeros presupuestos del Botànic II serán restrictivos, pero algo menos de lo previsto en un primer momento. Las cuentas de 2020, envueltas en una sucesión de vaivenes por la ausencia de Gobierno en España (la idea de la prórroga del de 2019 imperó durante días) y culminado en un ambiente ya de campaña electoral (10-N), ha puesto al Botànic en una situación tensa. La solidez del ejecutivo tripartito quedaría tocada cinco meses después de constituirse si en la presentación de hoy (fecha límite para elevar las cuentas a las Cortes) no se hubiese entregado un anteproyecto pactado. Las concesiones finales suponen un incremento del gasto total de la Generalitat que oscilará entre el 0,9 y el 1,7%. En cifras absolutas, teniendo en cuenta que el presupuesto no financiero de la Generalitat (sin la parte destinada al pago de la deuda) ha sido de 16.708 millones en 2019, el aumento puede llegar a casi 285 millones de euros. Aunque la negociación de flecos y detalles se prolongó durante la tarde de ayer, el proyecto presupuestario pasó al mediodía el primer filtro (el de la reunión de secretarios autonómicos) y quedó listo para ser sometido al pleno del Consell de hoy, condicionado al informe de la comisión delegada de Hacienda.
Buena parte de esos 285 millones de incremento se destinará a paliar los daños causado por la gota fría en la Vega Baja. Este dinero se repartirá por diferentes consellerias, implicadas en la reconstrucción de la comarca, como son Justicia y Emergencias, que dirige Gabriela Bravo; Vivienda, de la que es titular el vicepresidente Rubén Martínez Dalmau; y Agricultura, en manos de Mireia Mollà. Finalmente, la presión de las consellerias de Compromís (principalmente, de la vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas además del departamento de Educación de Vicent Marzà) para lograr algo de margen en gasto social ha surgido efecto y el departamento de Vicent Soler ha optado finalmente por abrir la mano con el fin de cerrar un acuerdo que debe ser aprobado hoy en el Consell.
A última hora
La mayoría de las consellerias cerraron sus cuentas a primera hora de la tarde y la negociación continuó en los departamentos sociales, para los que la vicepresidenta Mónica Oltra pedía más margen de gasto para atender compromisos concretos: ampliación de plazas escolares de 0 a 3 años, dependencia y refuerzo en sanidad, en concreto, en atención primaria. Compromisos, remarcaban en su departamento, que habían sido asumidos por Ximo Puig, en las Cortes el pasado jueves cuando anunció que habrían nuevas cuentas. El tira y afloja entre la vicepresidenta Oltra y un departamento de Hacienda maniatado por la delicada situación financiera de la Generalitat ha condicionado estos días la negociación.
Para evitar la sensación entre el resto de consellerías de un trato preferencial hacia las áreas de Compromís, ayer Oltra sumó a Sanidad en su reivindicación de más gasto, y Hacienda ofreció al resto de departamentos un pequeño respiro. Por otro lado, la Agencia Valenciana de Innovación (AVI) pasará a gestionar seis líneas de subvenciones por valor de 60 millones hasta ahora en manos del IVACE. Este organismo, dependiente de Economía, retendrá sólo 21 millones de los 74 de los que antes disponía. El reparto solventa la disputa entre Economía y el nuevo departamento de Innovación, que a través del AVI también tocará fondos europeos.
El programa del PSOE, sin fecha para la reforma de la financiación autonómica
Los socialistas evitan en su propuesta electoral para el 10-N atender la principal reivindicación de Ximo Puig
En el programa del PSOE con el que Pedro Sánchez concurre a las próximas elecciones generales del 10-N vuelve a aparecer la financiación autonómica, ya que los socialistas mantienen su compromiso en reformar el sistema, pero en ningún caso determinan la fecha para poner en marcha este cambio trascendental para el desarrollo económico de las diferentes autonomías, comenzando por la Comunidad Valenciana.
En las 370 medidas lanzadas por el PSOE a primeros de septiembre, cuando todavía no se habían convocado las elecciones, Pedro Sánchez hablaba de que estaba dispuesto a desarrollar «la previsión de las reglas y principios del sistema de financiación de las comunidades autónomas, con el objetivo final de aprobar un nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas». Esta indefinición, al no concretar tiempos, causó un gran malestar dentro del PSPV, un enfado que no va a modificarse una vez comenzada la campaña ya que el PSOE no avanza con la financiación y vuelve a decir lo mismo, con las mismas palabras. Donde también ha habido un cambio es en la defensa del autogobierno y el modelo federal para los distintos territorios del país, que no aparecía en el borrador de programa. En el texto final sí está.
