La Generalitat ha comprometido hasta la fecha 74,5 millones de euros en ayudas, subvenciones y líneas de crédito específicas para los damnificados por la gota fría del pasado septiembre en la Comunidad, en la que fallecieron tres personas. La consellera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo, ha informado este martes ante la comisión de su área en Les Corts sobre las actuaciones realizadas con motivo de este temporal de lluvias.

Bravo ha iniciado su intervención recordando a las familias de las tres personas que murieron y con un mensaje de solidaridad para quienes sufrieron daños, especialmente en la Vall d'Albaida (Valencia) y la Vega Baja (Alicante).

"Bastaron cuatro días para que esa expresión tan usada que habla de 'la furia de los elementos' dejara de ser un lugar común para convertirse en una aterradora realidad", ha apuntado Bravo.

"Aunque la magnitud del fenómeno y sus estragos fueron tremendos, podría haber sido mucho peor de no ser porque se siguieron los protocolos que establece la normativa en materia de Emergencias y los servicios públicos y sus profesionales estaban preparados", ha defendido.

Incluso ha admitido que "ha sido el peor temporal sufrido en el sur de Alicante desde la conocida como 'Riada del Día de Santa Teresa' del 15 de octubre de 1879 en la que perdieron la vida más de un millar de personas".

En menos de 24 horas en algunos puntos de estas comarcas se llegaron a alcanzar los 450 litros por metro cuadrado; y además, las precipitaciones torrenciales se prolongaron más tiempo de lo habitual.

Tras detallar la cronología de los hechos, Bravo se ha detenido especialmente en la jornada del sábado 14 de septiembre, cuando "se produjo el episodio más complejo de toda la Emergencia dado que el Segura había alcanzado un caudal de 5,47 metros de nivel, que llegaba a los 7,30 metros en algunos puntos". "Esto provocó múltiples desbordamientos y roturas en las localidades de Molins, Jacarilla y Algorfa y muy especialmente a algunas zonas del municipio de Almoradí".

La Agencia Valenciana de Seguridad puso en marcha de forma inmediata la operación más compleja para proteger vidas y bienes de la furia del río que ya había derribado un muro de contención en Algorfa y dañado seriamente el azud de Alfeitamí. Por ello, la Agencia tuvo que movilizar más de 37 camiones para transportar 2.300 toneladas de piedra de escollera para construir un dique de piedra que pudiera contener el agua. El material fue trasladado desde una cantera de Santa Pola en unas condiciones "dificilísimas" de carreteras anegadas, gracias al uso de maquinaria pesada para manipular piedras que, como mínimo, tenían media tonelada de peso.

"También hubo que atenderse otra situación muy complicada que tuvo como epicentro el Hospital de la Vega Baja en Orihuela. Como saben, la ciudad había quedado aislada por carretera y, además, el centro sanitario está situado en la ribera del río". Esto provocó que se inundaran los sótanos y que hubiera que disponer sacos terreros como defensa contra la avenida de agua. Además, se trasladó a más de cuarenta pacientes que tenían que someterse a todo tipo de tratamientos sanitarios inaplazables como hemodiálisis o partos.

Sólo el día 13 se realizaron más de 600 actuaciones de salvamento de personas atrapadas y el teléfono de Emergencias 112 Comunitat Valenciana recibió 7.119 llamadas. Para todas estas respuestas se movilizaron, a lo largo de este episodio, un total de 7.430 personas que estuvieron trabajando en diversos turnos desde el día 9 de septiembre.

Además de las ayudas económicas contempladas en varios decretos, el Consell está completando un plan de choque para que la comarca de la Vega Baja recupere la normalidad lo antes posible.

Para ello, se están ultimando los siguientes proyectos: un plan de ayudas para titulares de pequeñas y medianas empresas y a autónomos destinado a reparar daños, y otro plan destinado a comunidades de regantes y otras entidades de riego y a explotaciones agrícolas, ganaderas y apícolas.

A ello hay que sumar la línea de financiación a autónomos y microempresas a través del Instituto Valenciano de Finanzas con préstamos destinados a autónomos y microempresas con la finalidad de financiar los gastos de inversión y el circulante, ha apuntado la consellera