Los populares van a tratar de proyectar su mejoría política en la Comunidad Valenciana desde Alicante donde esperan mejorar un escaño, lo que supondría pasar de 3 a 4 diputados, a la vez que disputarle la victoria a los socialistas. Todo ello, dice, con una campaña «en positivo» donde, sin embargo, no hay un día que no se hable de Cataluña. A pesar de la intención inicial de desarollar una estrategia electoral basada en «la moderación», el PP de la Comunidad Valenciana sigue afrontando su agenda diaria azuzando con el conflicto catalán.

Ayer, de nuevo, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig censuró la petición del Bloc -formación mayoritaria integrada en Compromís- de amnistía para los líderes del «procés» independentista de Cataluña, algo que calificó de «terrible», pero que no se quedó ahí. Bonig recordó que «el responsable y el problema es Puig, que es presidente con los votos del Bloc». También recordó que la educación la gestiona Vicent Marzà y la segunda institución de la Comunidad, las Cortes, «está en manos de Enric Morera», ambos del Bloc. El PP reunió ayer a su consejo de dirección, una cita tras la cual, crecida en las encuestas, Bonig reclamó la dimisión de Mónica Oltra por los centros de menores y de Gabriela Bravo por el fallo de un desfibrilador.