Ximo Puig trasladó ayer a una de las instituciones fundamentales de la UE, la Comisión Europea, la necesidad de articular medidas para combatir el cambio climático en Mediterráneo y que no se vuelvan a repetir tragedias como la que hace un mes ha sacudido a la Vega Baja. El presidente de la Generalitat, partiendo de los daños ocasionados en esta comarca, cifrados inicialmente en unos 1.500 millones de euros que podrían ser más, abogó por «una aportación que vaya más allá, no solo para la Comunidad Valenciana sino para el conjunto del Mediterráneo, que es lo que dicen los expertos que va a ser lo más afectado» por el calentamiento global.
El jefe del Consell trasladó este planteamiento al vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, actual comisario europeo de la Mejora de la Legislación, Relaciones Interinstitucionales, Estado de Derecho y Carta de los Derechos Fundamentales y que en el futuro Ejecutivo comunitario será responsable de la política ambiental. En un primer momento, Puig trasladó que Timmermans «está de acuerdo con nuestra posición de que es necesaria una estrategia europea para el Mediterráneo», señaló. Y como prueba de esta cercanía, el vicepresidente de la Comisión Europea se comprometió a visitar la Comunidad Valenciana el próximo viernes 18 de octubre, para comprobar de primera mano los daños causados por la DANA.
Conocer la realidad
«Creo que el compromiso definitivo vendrá dado cuando el señor Timmermans vea realmente lo que ha pasado en la Vega Baja» y los alcaldes de la zona le expliquen la situación, señaló ayer Puig. Esta no será la primera vez que este destacado dirigente europeo visita la provincia de Alicante este año, ya que con motivo de las pasadas elecciones europeas participó en un mitin del Partido Socialista, celebrado en el Paraninfo de la UA, con la presencia del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, el ministro Pedro Duque (candidato al Congreso por Alicante) y del propio Ximo Puig, en aquel entonces, candidato del PSPV a la presidencia de la Generalitat. Aquella mañana del mes de marzo, el holandés Timmemans demostró, hablando en castellano y valenciano, su conocimiento de la Comunidad Valenciana.
En todo caso, la presión de Puig sobre la Unión Europea fue más allá al explicar que la eventual solicitud de fondos a la UE para paliar el impacto de la gota fría «es una ayuda puntual que vamos a intentar batallar». El presidente de la Generalitat precisó, no obstante, que las ayudas en ese ámbito corresponde pedirlas al Gobierno de España, una vez se haya concluido la evaluación de los daños, de la que ayer ofreció los primeros datos al comisario. El objetivo final es que «se haga el trabajo con el máximo rigor para poder pedir las ayudas», añadió Puig.
Otra partida donde se pueden conseguir aportaciones es del Fondo Europeo de Solidaridad para catástrofes, que establece un umbral de pérdidas para recibir ayudas equivalente al 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB) regional. En el caso de la Comunidad Valenciana, este umbral se supera, por lo que la intención es presentar una media del PIB sumando al resto de comunidades afectadas, con las que no se llegaría a ese porcentaje. Esta solución todavía está en fase de estudio.
La huerta asolada que se encontrará el comisario europeo
Campos anegados de agua que ahora son bancales totalmente agrietados por la sequía. El efecto devastador de la gota fría que asoló la Vega Baja hace un mes, además de la pérdida inmediata que ocasionó en los cultivos, ha generado imágenes muy impactantes al secar el potente sol, apenas en unos días, tantos metros de terreno fértil, convertidos ahora en superficie baldía para la agricultura. Tendrán que pasar meses para que parcelas como la que se muestra en la imagen (en el entorno de Orihuela), vuelven a convertirse en la fructífera Huerta del Segura. De momento, así encontrará la Vega Baja el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario, Frans Timmermans.
