La manifestación del 9 d'Octubre se ha convertido ya en uno de los momentos más tensos del año en la ciudad de València. A lo largo de la tarde, distintos grupos recorren las calles del centro de la ciudad con motivo de la celebración del Día de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, las posiciones radicalmente opuestas de algunos manifestantes y las agresiones de la ultraderecha durante la marcha de 2017 han aumentado la tensión en los últimos años.

En esta ocasión, la manifestación nacionalista en la que participan grupos antifascistas y la marcha convocada por la asociación Reino de Valencia LGTB han coincidido en la calle Xàtiva, generando momentos de tensión. De hecho, agentes del Cuerpo Nacional de Policía dividen la calle en dos agrupando a los manifestantes en distintas aceras según sus posicionamientos para evitar enfrentamientos. Pese al nerviosismo evidente en las calles, por el momento solo se han producido insultos entre grupos y una pequeña carga policial.

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Cabe destacar que los colectivos antifascistas de la ciudad critican la actividad "fantasma" de la mencionada asociación LGTB, que no tiene ninguna tradición activista, y consideran que grupos de ultraderecha se esconden tras este colectivo.

Minutos antes del inicio de las diversas manifestaciones (que confluían en parte del trazado), el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, ha evitado revelar el número de agentes desplegados en el dispositivo del 9 d'Octubre, aunque ha confirmado que son menos que en años anteriores.

Fulgencio, además, ha explicado a los medios que han "aprendido de las cuestiones que debíamos mejorar y el dispositivo está funcionando correctamente". Para el delegado del Gobierno, se trata de que cada uno pueda "expresar su idea de comunidad, país, reino o como cada uno lo defina" dentro de un orden que asegure que la festividad sea "de todos los valencianos y valencianas".