Un museo dirigido para favorecer los intereses de una de las familias que más poder acumuló en la política valenciana. La Policía Nacional ha entregado un informe al juzgado de Instrucción 21 de València, que investiga las irregularidades en la gestión económica del Institut Valèncià d'Art Modern (IVAM) bajo la dirección de Consuelo Císcar, en el que concluye que la familia presuntamente usó la pinacoteca para promocionar la carrera del benjamín, Rafael Blasco Císcar, conocido como Rablaci.

Los agentes llegan a esta conclusión tras analizar abundante documentación anónima que llegó al juzgado y que relacionaba al clan con las empresas que se encargaban del transporte de obras de arte y de los viajes de la dirección del IVAM. El empresario Enrique Martínez, imputado -ahora, investigado- en la pieza principal del caso IVAM, está detrás de estas sociedades, entre las que destaca Vasaltran y Logística del Arte.

Sobre el transporte de obras de arte de Rablaci, la Policía ha comunicado esta semana a la jueza que se ha localizado un documento que corresponde a un correo electrónico en el que la empresa de transportes informa a responsables del museo que se han trasladado 48 bultos para participar en la X Bienal de La Habana, en Cuba, celebrada en 2009.

Entre esos bultos habían obras del artista plástico Julio Quaresma, quien sí figuraba en el calendario oficial del IVAM, y del propio Rablaci. El informe policial concluye que esta documentación acreditaría que «Consuelo Císcar colocó a Julio Quaresma y a su hijo Rablaci en la X Bienal de La Habana a cambio de traer a Yoko Ono porque el ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto, tenía una gran ilusión de que Yoko pueda estar en La Habana durante la Bienal».

A juicio policial, los hechos expuestos confirmarían que «el objeto de formalizar de forma institucional la propuesta del IVAM para a la Bienal sobre la participación de Julio Quaresma, podría responder a un modus operandi para sufragar con dinero público los gastos derivados de la participación de Rablaci en esa Bienal».

Además, la Policía ha hallado un extracto de los asientos del libro mayor de la empresa de transportes «en el que se observa como gastos relacionados con Rablaci en Shanghai son anotados a la cuenta de los gastos del IVAM», en concreto más de 2.000 euros.

Por otra parte, el análisis policial recoge cómo empresas contratistas del IVAM se hacían cargo de los viajes de los miembros del clan Blasco. En concreto, como avanzó ayer Las Provincias, los contratistas pagaron un viaje a Londres para que la hija de Císcar y su marido pasaran un fin de semana entre amigos en Reino Unido y asistieran la musical Mamma Mia. Los miembros del clan que se beneficiaron de estos pagos son Deborah Salom Císcar, hija de la exdirectora del IVAM, y Sergio Blasco, ex gerente del Hospital General de València e investigado por los negocios sanitarios que impulsó en República Dominicana, entre otros países.

El grupo empresarial de la empresa de transportes «pagaba los gastos personales de Consuelo Císcar u otros que no estuviesen contemplados en las contrataciones realizadas por el IVAM». Según la Policía, los presuntos corruptores del clan tenían varias tarjetas VISA y American Express con las que financiaban los viajes de la exdirectora del IVAM. Como por ejemplo, «una cena por importe elevado en Nueva York u otro tipo de gastos que posteriormente el personal de contabilidad tenía que puntear», según declararon extrabajadores a los agentes.

Deborah es la mujer de Sergio, quien a su vez es sobrino del exconseller condenado por malversar las ayudas de la cooperación, Rafael Blasco, actual pareja de Consuelo Císcar. Sergio es hijo de Francisco Blasco, exalcalde de Alzira y expresidente de la Diputación de València.

De la relación entre Rafael y Consuelo solo nació Rablaci, pues Deborah es hija de un matrimonio anterior de Císcar. Císcar fue durante un tiempo, además, suegra de Juan Carlos Lledó, exdirector financiero investigado en el caso IVAM y condenado por almacenar pornografía infantil en su ordenador de trabajo. Mientras, Rafael Blasco cumple ahora desde su domicilio el tercer grado y está a la espera de la sentencia por el fraude a las ONG y el desvío del dinero destinado a la construcción en un hospital en Haití.

Este informe se ha adjuntado a la pieza principal del caso IVAM, que continúa en fase de instrucción. Justo este viernes, la jueza cerró la investigación de la pieza separada abierta por la presunta compra de obras falsas de Gerardo Rueda por una suma de 4 millones de euros.

El juzgado procesó a Císcar y su exyerno por presuntos delitos de malversación y prevaricación. El auto incluía al hijo adoptivo del arista madrileño, José Luis Rueda, a quien Císcar enriqueció con la operación, según ha concluido la jueza. Ahora, las acusaciones tiene diez días para presentar sus conclusiones y peticiones de pena, que incluirán la prisión por la gravedad de los hechos.