El síndic major de Comptes, Vicent Cucarella, afirmó ayer en las Cortes Valencianas que le resulta «sorprendente» que haya partidas que la ley electoral no considera subvencionables, como el alquiler de autobuses para llevar a gente a mítines, en una exigencia velada a la posibilidad de que ese gasto escape al control. En su opinión, es momento de revisar qué partidas se pueden subvencionar dentro de todos los gastos que se generan en unos comicios, algunos de ellos todavía sin control por parte de la administración.

Cucarella se pronunció así en la comisión de Economía de las Cortes, donde expuso los informes elaborados por la Sindicatura sobre cinco órganos estatutarios, entidades locales, los Fondos de compensación interterritorial y la contabilidad electoral de los comicios autonómicos de abril. Sobre este último informe, el síndic major de Comptes señaló que en los últimos tiempos ha cambiado «mucho» la forma de desarrollar las campañas electorales, por lo que «posiblemente» la ley podría adaptarse a la nueva realidad y revisar qué partidas pueden tener la condición de gasto electoral.

Respecto a las instituciones estatutarias, como la Sindicatura de Greuges o el Consell Valencià de Cultura, ha indicado que al ser la primera vez que se fiscalizan han sido un poco «paternalistas», pues por ejemplo algunas contabilizaban «sin mala intención» cosas en la cuenta que no tocaba, algo que no tiene «mayor importancia». De la fiscalización a las entidades locales, resaltó que solo quedan dos municipios que no han entregado las cuentas de 2017 a la Sindicatura, de entre cerca de 600 entidades locales, y recordó que no pueden cobrar subvenciones públicas quienes no rinden sus cuentas a la institución fiscalizadora. Cucarella recordó que con la nueva ley de la Sindicatura de Comptes existe la posibilidad de implantar una multa coercitiva, para «presionar aún más a los gestores que no colaboran».