En la sesión plenaria celebrada esta semana en las Cortes Valencianas, entre el miércoles y el jueves, la catástrofe ocasionada por el temporal en la Vega Baja apareció de puntillas la primera jornada. Fue gracias a la diputada de Ciudadanos María Quiles, natural de Almoradí y que puso una pica para que la comarca no quede en el olvido. Un grito lanzado al aire del salón de plenos que horas después, nada más comenzar la sesión de control a Ximo Puig, se convirtió en un guante que recogió el mismísimo jefe del Consell al anunciar que la inversión «inmediata» para la recuperación de la zona sumará otros 60 millones para reparar carreteras e infraestructuras locales. Hay que añadirlos a los 23 ya anunciados por el Consell hace una semana dentro de lo que el propio Puig ha bautizado ya como el «plan Vega Baja».
También fuera del orden del día toda vez que ninguno de los seis grupos preguntó por la situación de emergencia de los pueblos del sur de Alicante, Ximo Puig se saltó el guion para insistir en su objetivo de lograr «el renacimiento de una comarca esencial para entender la Comunidad». Una postura que, de nuevo, chocó con el vacío del resto de grupos políticos, ya sean socios de Gobierno o partidos de la oposición. Ya nadie volvió a mencionar a la Vega Baja en ningún momento de esta primera sesión de control de la legislatura. En una sesión que tenía la vista puesta en las elecciones generales ya convocadas para el 10-N, los socios del Botànic quisieron aprovechar la ocasión y fueron categóricos contra los recortes en el presupuesto de la Generalitat debido a la situación financiera, lastrada por la falta de Gobierno en Madrid.
De nuevo, fue Ximo Puig el que, a preguntas de la oposición, aseveró que «no habrá ningún recorte» en derecho social, en educación, sanidad y servicios sociales por culpa del plan de ajuste que deberá acometer el Consell. Y para que nadie piense que hay discrepancias, la vicepresidenta Mónica Oltra recalcó: «No daremos ni un paso atrás». Para cerrar el círculo de las medidas que el Consell está tratando de desarrollar contra el bloqueo económico, en el pleno de ayer, los diputados del PSPV, Compromís, Unidas Podemos y el PP, apoyaron una iniciativa de Compromís (Cs se abstuvo y Vox votó en contra) para pedir al Gobierno la transferencia a las autonomías de los recursos retenidos correspondientes a la entregas a cuenta y a la recaudación del IVA, bloqueados durante los últimos meses en Madrid.
En concreto, la propuesta reclama incluir la devolución de la mensualidad del IVA de diciembre de 2017 y, a continuación, desligar las futuras entregas a cuenta de la tramitación de la ley de Presupuestos Generales del Estado, unas cuentas ahora absolutamente paralizadas, prorrogadas desde 2018, que con la repetición de elecciones no verán, como mínimo, unos nuevos presupuestos hasta marzo o abril de 2020. Otro de los asuntos que se pusieron encima de la mesa de este pleno preelectoral fue la iniciativa que emprenderá la Generalitat, que el próximo 3 de diciembre organizará una expedición al Reino Unido, para promocionar el territorio valenciano ante el Brexit. La campaña trazada por la Agencia Valenciana de Turismo, junto a las cámaras de comercio de la Comunitat Valenciana, touropeadores y presciptores británicos, contará con la presencia del propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Un viaje anunciado a dos meses vista que serán decisivos para la formación de Gobierno.
Tres socios que guardan las formas en la sesión plenaria
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig y los dos vicepresidentes, Mónica Oltra y Rubén Martínez Dalmau compartieron ayer la sesión de control de las Cortes sentados en sus escaños del hemiciclo valenciano. Antes de comenzar el pleno compartieron una imagen de sintonía, alejada de declaraciones de dirigentes del PSPV, Podemos y Compromís que se han oído esta semana a raíz del pacto de estos últimos con el partido de Íñigo Errejón. Al igual que después se mostraron unidos en asuntos como la situación financiera de la Generalitat o los recortes presupuestarios.
Vox y Ciudadanos marcan perfil con mensajes de corte ideológico
Ni la lucha por el cambio climático ni la condena a los vientres de alquiler. Vox prefiere instar al Consell que dé instrucciones a los institutos para que «cumplan la ley» y la bandera de España ondee en todos los centros educativos. La propuesta contó con el rechazo del Botànic y el apoyo del PP y Cs, que en este tema, de claro calado ideológico, apoyaron a la formación de ultraderecha. Mucho más bronca fue la situación que se dio al rechazar Vox una propuesta de Podemos para que el Consell pida al Gobierno que garantice el mantenimiento de la prohibición actual de la gestación subrogada o por sustitución, al considerar los vientres de alquiler «contrarios a la dignidad humana de la mujer». Y en este tema, los ultras -partidarios de la «familia natural, formada por un hombre y una mujer»- también se vieron acompañados por Cs, que consideró la medida una «verdadera aberración». En todo caso, las Cortes no podrán mostrar su apoyo a las movilizaciones de la sociedad civil en defensa del planeta, y en particular la huelga por el clima programada para hoy, porque Vox se negó a rubricar la declaración institucional firmada por el resto de grupos parlamentarios.
