Lo único que ha avanzado en estos cuatro meses de legislatura es el reloj. Los diputados y senadores alicantinos del PSOE han ocupado un escaño con un salario medio de 4.000 euros al mes y no han presentando ni una sola iniciativa parlamentaria, ya sean preguntas, interpelaciones o solicitudes de documentación. Tampoco han protagonizado intervenciones orales en los plenos ni en las sesiones constitutivas de comisiones. Como meros espectadores de un sainete, los parlamentarios socialistas ponen fin a esta corta legislatura sin haber movido ficha y con el contador de actividad a cero, según figura en las webs parlamentarias justo en el día de ayer que se disolvieron las cámaras. Exactamente igual que cuando llegaron. Conscientes o no del bloqueo político que iban a vivir, han basado esta etapa en mantener un silencio sepulcral y una actividad nula, a pesar de los enormes retos a los que se enfrentaba el territorio valenciano ante su complicada situación financiera y con los recortes presupuestarios en el punto de mira.
A la espera de que avanzaran las negociaciones para que el Congreso eligiera un presidente de Gobierno, las pocas noticias que ha generado la Cámara Baja han sido una tónica general. Más allá de que tomaron posesión de su acta, nada se sabe de Pedro Duque, Patricia Blanquer, Alejandro Soler y Yolanda Seva. No se han estrenado ni tan siquiera con un papel testimonial. La que más se ha aplicado en la materia es Macarena Montesinos, del PP, que en estos cuatro meses ha presentado un total de 328 iniciativas parlamentarias en el Congreso. Le siguen Agustín Almodóbar y César Sánchez, también del PP. Como segundo partido más activo, la web del Congreso destaca a Ciudadanos y en tercer lugar a Vox. Ya en la cola está Podemos y en último lugar el PSOE.
Como ya ocurriera en el año 2016, las Cortes Generales se disuelven cinco meses después de las elecciones por falta de Gobierno, pero este año ha habido aún menos actividad que entonces al haber tocado en medio las vacaciones de verano. El Congreso como el Senado quedará disuelto y solo permanecerá activa la Diputación Permanente, formada por 37 senadores y otros tantos suplentes que mantendrán el cargo y la nómina. El resto dejará de ser parlamentario pero la inmensa mayoría volverá a ser candidato en las elecciones, porque los partidos no planean cambios de calado en sus listas al tratarse de una repetición de comicios.
El reloj sigue su paso y el Senado concluye hoy la breve legislatura que arrancó el pasado mes de mayo. Lo hace sin haber tenido más actividad parlamentaria que la celebración de un único pleno durante este mes de septiembre. La Cámara Alta se constituyó el 21 de mayo tras las elecciones generales de abril, pero todo quedó en suspenso por la inestabilidad del Gobierno. Tampoco han tenido ninguna actividad las comisiones, que fueron constituidas el 31 de julio. Quedaron organizadas en víspera de las vacaciones para empezar a trabajar en septiembre, pero no han sido convocadas para ningún debate ni comparecencia en este mes. La actividad del senador autonómico de Compromís, Carles Mulet, se impone claramente con 1.297 preguntas al Gobierno. Muy de lejos le sigue el senador del PP Alberto Fabra y el de Ciudadanos Emilio Argüeso. En cuanto a los electos por la provincia, Pablo Ruz es el único senador que ha hecho registros de intervenciones. Una vez más, los socialistas vuelven a suspender ya que los alicantinos José Asensi, Carlos Giménez y Ana Martínez no han presentado ninguna iniciativa. Sin duda, el PSOE es el claro perdedor en las estadísticas de las dos cámaras.
Dos plenos
Los senadores provinciales, llevan recibiendo por lo tanto desde el 28 de abril, un total de 2.981,90 euros brutos en concepto de salario, a los que se suma 1.919,63 euros de indemnización por residir fuera de Madrid. A pesar de ello, únicamente se han celebrado dos plenos en este periodo: el de constitución del Senado después de elecciones (que se hizo sin los cinco autonómicos) y otro este mes de septiembre. Doce de los 17 senadores valencianos asumieron su cargo el día 28 de abril de 2019, fecha a partir de la cual empezaron a cobrar sueldo público por su cargo. El resto (los cinco de designación autonómica), no asumieron su cargo hasta dos meses después, el día 27 de junio de 2019 cuando el pleno de las Cortes Valencianas los designó. Hoy todos serán disueltos junto con la Cámara, aunque los que forman parte de la Diputación Permanente permanecerán como senadores con todas las prerrogativas hasta el próximo día 10 de noviembre, cuando vuelvan a celebrarse las elecciones generales. Los cinco senadores de designación autonómica que no formen parte de la Diputación Permanente serán cesados y volverán a asumir la condición el próximo día 10 de noviembre, sea cual sea el resultado de las elecciones.
El senador de Compromís Carles Mulet ha valorado que este tipo de situaciones de falta de trabajo por parte de diputados y senadores «ahondan más en el descrédito» hacia la política y las instituciones. «Algunos, a pesar de tener un Gobierno en funciones, hemos aprovechado el cargo para estar trabajando desde el primer segundo por nuestra gente, de manera que no ha existido agosto ni periodo de descanso puesto que no hemos dejado de tener actividad propositiva y revindicativa», aseguró Carles Mulet, quien denunció que los ciudadanos han pagado a diputados y senadores por un período en el que no se ha legislado «y no se ha hecho nada. Son datos absolutamente vergonzosos».
