P Su principal cometido en estos momentos es aprobar un Plan de Obras que ya arrastra un retraso de nueve meses. ¿Qué propone para desbloquearlo?
R Tenemos que hablar con todos los grupos políticos. Para nosotros es muy importante que esté refrendado por unanimidad. En los próximos días nos vamos a sentar con Compromís y los socialistas para poner por delante el diálogo y los intereses de los pueblos. Esperamos que las elecciones no hagan que perdamos el rumbo. La pretensión es el consenso pero puede suceder que algún grupo no esté acuerdo y entonces imperarán los intereses de los pueblos.
P En el primer borrador se benefician 41 municipios, 13 menos que en el plan anterior. ¿Cuántos se han quedado fuera y cuál ha sido el criterio?
R Se han quedado fuera 27, pero se ha aplicado el criterio de las bases, no ha habido un criterio político. Hemos repetido el modelo bienal de años anteriores. Los cambios aparecerán en 2020.
P ¿Quiere decir que aplicará nuevas pautas a la hora de conceder ayudas a las corporaciones locales a partir de 2020?
R La idea principal es pasar de un programa bienal a uno cada cuatro años. Solo con esa premisa conseguimos que los ayuntamientos puedan planificar todas las obras desde una mayor perspectiva. Con las nuevas leyes de contratación el trámite administrativo y burocrático estaba dando muchos problemas a la hora de justificar la subvención y presentar la documentación. Al hacerlo cada cuatro años eliminamos trámites. La cantidad será equivalente a lo que han estado recibiendo en planes anteriores.
P Anuncia cambios en el Plan de Obras pero ¿se mantendrán las cuantías y los requisitos de esas subvenciones «a dedo»?
R Otra premisa que tenemos en cuenta es que el Plan de Obras y Servicios se dote económicamente de mayor cantidad para intentar eliminar parte de lo que serían las especiales (ayudas a dedo o nominativas). Eso sí, no se van a eliminar porque son las que hacen que se vertebre el territorio y se cubran necesidades que con el Plan de Obras y Servicios no se pueden abarcar. Queremos subir el límite del Plan de Obras y Servicios para que tenga más cuantía y a la vez reducir las nominativas.
P Uno de los principales problemas con los que se ha encontrado son precisamente las inversiones concedidas al diputado del PP
R Todo depende de las bases de la legislatura anterior. Hay hasta ocho municipios que han accedido en las mismas circunstancias en los últimos años y lo que establece es el número de años a los cuales esos ayuntamientos tienen que renunciar a partir de ese momento. No es solo Busot, también hay ocho casos más que tendrán que renunciar a las ayudas. Hay de todos los colores políticos. El criterio de las nominativas es algo que queremos equilibrar pero emana de un acuerdo de la legislatura anterior que además estaba suscrito por los diferentes grupos, Compromís incluido.
P ¿Debería Morant renunciar a una de esas dos ayudas concedidas para facilitar el desbloqueo del Plan de Obras, tal y como pide la oposición?
R Nos sentaremos y lo hablaremos con los grupos pero a día de hoy cualquier movimiento que esté fuera de lo estipulado en el Plan de Obras y Servicios es un movimiento político. En esas bases queda establecido que Busot y ocho municipios en las mismas circunstancias deben renunciar a los años correspondientes, en este caso hasta el ejercicio de 2023. La oposición todavía no nos ha trasladado esas críticas.
P Ante la falta de acuerdo para investir al presidente del Gobierno, ¿tiene la sensación de que en Ciudadanos
R Salimos a las elecciones a ganar. Vamos a intentar trasladar a la ciudadanía el mensaje de utilidad, de lo que supone tener a nuestro partido en las instituciones. A nivel nacional tenemos un PSOE representado por Pedro Sánchez incapaz de llegar a acuerdos con sus socios naturales y nos encontramos en una situación complicada para llegar a pactos con él por el hecho de que ha pactado ya con Bildu. Aún así hemos hecho una propuesta para intentar desbloquear la situación. Creo que Pedro Sánchez quería nuevas elecciones, y seguramente con la calculadora en la mano.
P ¿Cómo se explica que un partido que llevaba en su programa electoral vaciar las diputaciones, ahora las gestione y defienda su continuidad?
R Las instituciones dan un servicio y debemos gestionarlas con la máxima responsabilidad. La entrada de Ciudadanos ha hecho que se refuerce el control, la audición interna, la apertura de cajones y el levamiento de alfombras. Está siendo una realidad.
P Pero Ciudadanos basó su campaña en criticar los nombramientos «a dedo» y, sin embargo, ha convertido la Diputación en una agencia de colocación, nada menos que nueve asesores para dos diputados...
R Hay catorce diputados del PP y dos de Ciudadanos. El porcentaje de responsabilidad al que accedemos se acerca al 40% del total presupuestario de la Diputación. Tiene que haber equilibrio y manos para que podamos trabajar. La responsabilidad que hemos adquirido tiene que ser equivalente al número de personas y asegurar que somos capaces de gestionar las tres áreas más importantes que tenemos: Infraestructuras, Cultura y Transparencia.
P ¿Quiere decir que los diputados de Ciudadanos tienen más responsabilidad y trabajo que los del Partido Popular?
R Eso habría que preguntárselo al PP. Nosotros gestionamos casi el 40% del presupuesto.
P Su partido cuestionó la sede de la Conselleria de Innovación en Alicante.¿Considera que debería haberse instalado en València en lugar de en la provincia?
R Ha sido un cruce de declaraciones pero Ciudadanos lo tiene muy claro en este tema: vamos a apoyar desde la Diputación que haya una conselleria en Alicante.
P Ese conflicto y también la polémica por los asesores han abierto una brecha en las relaciones entre Toni Cantó y Emilio Argüeso por controlar el partido. Da la sensación de que hay roces en cada paso que dan...
R Aquí no hay ninguna batalla por el control del partido. Hay una jerarquía y no hay ningún problema. La única crisis que hemos visto es en los periódicos. Hay dos ramas que son institucional y organización y cada una de ellas tiene una cabeza pensante en Madrid. Todo es diálogo y acuerdo.
P El mandato comenzó con una fuerte apuesta por el Observatorio de la Transparencia. ¿Para cuándo tendremos noticias de su puesta en marcha?
R Vamos a controlar hasta el último euro. El servicio de Transparencia está funcionando, pero se quiere reforzar la plantilla de personal técnico para poner en marcha un observatorio de carácter técnico con perfiles diferentes que debería estar en marcha ya en 2020, esa es nuestra intención.
