Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Incertidumbre, nuevos socios y una oportunidad en la repetición electoral

Estrategias en la provincia y la Comunidad para el 10-N: los socialistas a ganar espacio a Podemos y Compromís; el PP a recuperar frente a Cs y Vox

Incertidumbre, nuevos socios y una oportunidad en la repetición electoral

Las opciones para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno están prácticamente agotadas y, aunque existe un margen para maniobrar en el que ya nadie cree, la repetición de las elecciones generales obliga a todos los partidos a mover ficha en la provincia y en la Comunidad Valenciana. El Rey constató ayer en su ronda de consultas con los grupos políticos que no existe un candidato con los apoyos necesarios para ser investido presidente del Gobierno. Formalmente, el tiempo no se ha terminado puesto que la fecha límite es el 23 de septiembre, aunque todo hace indicar que España se encamina hacia nuevas elecciones que se celebrarían el 10 de noviembre. La dura batalla política de Madrid se ha trasladado a la Comunidad, donde la izquierda ya ha comenzado a activar la maquinaria para evitar que las marcas de la derecha sumen más votos que las fuerzas del Botànic, uno de los riesgos de estos comicios generales para los tres socios del Consell.

Por un lado, el PSPV quiere recuperar terreno y abrirse camino hacia los nuevos comicios, mientras Compromís busca resistir y, si puede, sumar fuerzas para evitar debilitarse de nuevo y dar una imagen vulnerable en la Generalitat Valenciana. Podemos, en este caso, no cierra puertas a nuevas fórmulas de coalición para sacar el máximo rendimiento de la representación que les otorga la ciudadanía. La coalición de A la Valenciana, que unió a Podemos, Compromís y EU en los comicios de 2016 podría volver a estar en el punto de mira de los partidos de la izquierda aunque los de Mónica Oltra prefieren un pacto con Íñigo Errejón. El objetivo es rentabilizar apoyos y frenar el previsible avance socialista, una opción que ha cobrado todavía más fuerza tras los últimos resultados del CIS que dan una sólida ventaja aunque abrir las urnas, ahora mismo, concede un resultado cuando menos incierto. La cita electoral se convierte, además, en un obstáculo para los tres socios del Botànic que por la mañana gobernarán juntos y por la tarde se enfrentarán en la campaña.

A la derecha, Ciudadanos y Vox son conscientes de que la tendencia del PP vuelve a estar al alza y temen que la aventura de los nuevos partidos haya tocado techo. Toni Cantó recurrirá al «sálvese quien pueda», como Albert Rivera en estas últimas horas, e intentará rentabilizar su posición en la Comunidad para mantener el tipo y mantener posiciones en el Congreso. Los ultras de Vox son conscientes de que pueden pasar por dificultaes y que su irrupción ha generado confusión. Ante las evidentes estrategias electorales, el PP entiende los nuevos comicios como una oportunidad para erigirse como líder de la derecha sin contestación. También en la Comunidad. Un balón de oxígeno en el horizonte político para recuperar apoyos y tratar de demostrar que son la solución a la inestabilidad que se está viviendo en España por la falta de acuerdo que permita un Gobierno.

Felipe VI comunicó ayer a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, «que no formula una propuesta de candidato a la Presidencia del Gobierno», según el comunicado del Palacio de la Zarzuela, que no habla expresamente de convocar elecciones pero sí remite al artículo 99 de la Constitución. El artículo 99.5 señala que «si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso». Esta es la segunda vez en democracia que se aplica este artículo de la Carta Magna y, de hecho, el comunicado de la Casa del Rey es muy similar al que difundió el 26 de abril de 2016. En aquella ocasión, la falta de acuerdos tras el resultado de las elecciones del 20 de diciembre de 2015 no permitió investir presidente y los españoles volvieron a las urnas en junio.

A tan solo unos días de que expire el plazo límite fijado en la Constitución para la convocatoria de nuevos comicios electorales y tras la ronda de consultas del Rey con representantes de los partidos para sondearles sobre su posición, Podemos ha asumido el fracaso de su negociación y ya prepara el camino hacia la cita del 10 de noviembre. Ayer, la síndica de Podemos en Las Cortes, Naiara Davó, señaló que siempre han estado abiertos a sumar y apostó por buscar socios para que no se pierdan los votos depositados por la gente, de manera que tuvieran su traslación en los escaños. Para Davó, conformar la coalición de 2016 fue en su momento «un gran acierto» y recordó que en las últimas elecciones generales fue Compromís quien se «distanció más» y decidió ir por separado a las urnas. La síndica destacó que los partidos que mantuvieron la coalición resistieron mejor, mientras Compromís sufrió una bajada más acusada. También la portavoz adjunta de Podemos en Las Cortes Beatriu Gascó aseguró que el PSPV «no entiende» la posición del PSOE de Madrid respecto a la investidura, ni tampoco la entienden el PSOE de Baleares y de otras comunidades en que ambas formaciones gobiernan juntas.

Por su parte, el síndic socialista en Las Cortes, Manolo Mata, indicó al ser preguntado sobre si los socialistas valencianos entienden a Pedro Sánchez que «claro», al igual que «la inmensa mayoría» de los compañeros con los que ha hablado. «A mí me duele que no haya Gobierno de España progresista», indicó Mata, quien destacó que si la suma de los dos partidos diera 176 votos estarían todos «levantando las banderas para que hubiera un acuerdo». Mata defendió que no se puede ir a una tercera investidura fracasada, porque no hay una mayoría en el Parlamento, y resaltó que la «gran bofetada» para los valencianos fue que no salieran adelante los Presupuestos Generales del Estado para los que había un acuerdo cerrado con Podemos.

También el síndic de Ciudadanos en Las Cortes, Toni Cantó, hizo ayer declaraciones y defendió que la oferta del líder de su partido, Albert Rivera, para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, es «un ejercicio de responsabilidad» y cree que las condiciones planteadas las firmaría la mayoría de españoles sin pensarlo. En clave de autodefensa, Cantó valoró el paso dado por Rivera tras demostrarse que Pedro Sánchez «no quiere, ni ha intentado siquiera, llegar a acuerdos con nadie» para sacar adelante su investidura. «Parece que Pedro Sánchez se ve como un caudillo que no tiene pensado negociar con nadie», destacó Cantó, quien cree que la situación es «alarmante» pues otras elecciones perjudican, sobre todo, a los gobiernos regionales.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats