Al cambio total y absoluto que ha experimentado la cúpula provincial del PP en los últimos meses con relevos en la Diputación, nuevos liderazgos electorales para Madrid, consolidación de alcaldes en gobiernos locales con recorrido para próximos mandatos o la renovación de la dirección provincial le restaba, sin embargo, un último acto. Configurar la imagen que certificara un movimiento estratégico apadrinado por Génova con un objetivo final de luces largas que genere un nuevo espacio a la derecha tanto en la provincia como en la Comunidad y que llegue en condiciones de reconquistar la Generalitat en 2023. La punta de lanza de esa operación, sin ningún tipo de duda, se encuentra en la provincia. Y ese nuevo cuadro del PP -pura imagen a la que aún le falta trazar un relato político- se plasmó en la primera ejecutiva provincial encabezada por Eduardo Dolón con el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, y Carlos Mazón en su papel de presidente de la Diputación, liderazgo «de facto» para el futuro popular.
La ejecutiva tenía como objetivo mover a las bases del PP para el acto del próximo domingo en el que Pablo Casado abrirá el curso político en el Parc de l'Aigüera de Benidorm. Hay un cierto temor en las filas populares por la movilización. La idea es reunir a un millar de personas a pesar de las complicaciones y las fechas. Hay fiestas en muchos pueblos y además la convocatoria se ha tenido que modificar tanto en fechas -primero era sábado- como en formato y horas -inicialmente era una cómida y ahora por la mañana- en un Benidorm aún con gran ocupación en el fin de semana del «Orgullo». El objetivo de la convocatoria era conseguir esa movilización pero en el trasfondo, sin duda, se escenificó la consagración de un cambio que debe conducir a la celebración de un congreso a medio plazo para normalizar todo ese decorado.
Comida con Bonig
La imagen de hace unos meses era la de José Císcar junto a César Sánchez como presidente de la Diputación y Dolón con la presencia, en numerosas ocasiones, de la oriolana Eva Ortiz, secretaria regional del PP. Desde hace unas horas, el alcalde de Torrevieja, ahora como presidente provincial, es el único superviviente. Una foto con «lifting» a la que se han unido el mencionado Toni Pérez como número dos y el citado Carlos Mazón, destinado a jugar un papel de relevancia con una opinión determinante en la decisión sobre el futuro liderazgo regional del PP, actualmente ocupado por Isabel Bonig en situación de precariedad. Precisamente, una de las citas que Mazón tuvo el martes en València, cuando se entrevistó con Ximo Puig, fue una discreta comida con Isabel Bonig. El PP intenta tomar otro rumbo. Aún, eso sí, de travesía en el desierto.
