La nueva directora territorial de Presidencia de la Generalitat Valenciana, la oriolana Antonia Moreno, se ha marcado tres retos fundamentales: cohesión, cercanía y servicio. En la reunión que mantuvo ayer con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en Valencia, la que fuera diputada provincial y durante la pasada legislatura alto cargo en la Conselleria de Transparencia supo, por sorpresa, que iba a sustituir a Esteban Vallejo, que dejó vacante el puesto el pasado verano para jubilarse después de ocupar esa plaza en la primera legislatura del Botànic. Sin tiempo suficiente para haber pensado en sus objetivos más destacados, la oriolana afirmó que una de las prioridades de Puig es «cohesionar el territorio». También destacó la importancia de escuchar al conjunto de los ciudadanos y prestar un buen servicio a los alicantinos de todos los sectores.
«Debemos conseguir que el alicantino no se sienta lejos de València, así me lo ha trasladado el presidente. Sé que esto no puede caer solo en mis hombros pero me puedo esforzar por conseguirlo». La nueva directora -funcionaria de la Generalitat, uno de los requisitos para ocupar el cargo- comenzará desde hoy mismo a trabajar para familiarizarse con el equipo de la Dirección Territorial y el próximo lunes ya está convocado en València para poner en común los temas más relevantes de cada área. Con la llegada de Moreno al equipo de Presidencia, el presidente de la Generalitat tendrá una mirada directa en la comarca de la Vega Baja, uno de los territorios en el que la izquierda mostró más debilidad en las últimas citas con las urnas. Tener líneas de interlocución abiertas con el sur de la provincia es uno de los grandes retos de Puig.
