Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Puig clama por la «necesidad de evitar elecciones» presionado por sus dos socios del Botànic

El presidente de la Generalitat rechaza las críticas de Baldoví, que lamenta la «pachorra» con la que el PSOE está afrontando la negociación con Pablo Iglesias - Dalmau pide a los socialistas que asuman «su realidad»

Reunión entre Ábalos, Puig, Sánchez, Oltra y Baldoví mantenida a primeros de agosto para abordar el voto de Compromís. germán caballero

Tensión en La Moncloa y tensión en el Consell. Con la cuenta atrás ya en marcha en el reloj que marca el plazo para que Pedro Sánchez sea investido presidente del Gobierno, la presión para evitar que se vuelvan a convocar elecciones generales está afectando ya a los socios del Gobierno del Botànic. Horas antes de que el presidente en funciones Pedro Sánchez presente el martes 3 a Unidas Podemos las 300 medidas que forman su propuesta programática para un pacto de gobierno progresista, y ante la advertencia de que Sánchez solo se presentará a la investidura si cuenta con los votos que le respalden, ayer volvió Ximo Puig a reclamar «todos los esfuerzos necesarios para que no haya unas nuevas elecciones», puesto que «los ciudadanos ya votaron y debería ser lógico que hubiera un gobierno determinado fundamentalmente por aquello que dijeron los ciudadanos».

Sin embargo, los dos socios de gobierno de Ximo Puig en el Consell, Podemos y Compromís, partidos imprescindibles para que el PSOE sume la mayoría suficiente en el Congreso, se mostraron ayer muy desconfiados con la posibilidad de evitar tener que pasar de nuevo por las urnas. Todas las partes están de acuerdo con que «ir a nuevas elecciones no es bueno para nadie, ni para Unidas Podemos ni tampoco para el PSOE», como asegura el vicepresidente Rubén Martínez Dalmau, pero de ahí a lograr un acuerdo ha varios giros a la manivela.

Y puestos a dar más vueltas a la tuerca, el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, se despachó ayer a gusto con el PSOE y Unidas Podemos, a los que pidió que se sienten a negociar de una «puñetera» vez y «rebajen sus exigencias» para conformar un Gobierno. En tono pesimista, el único diputado de Compromís en la Cámara Baja, que ha expuesto al PSOE sus exigencias en varias ocasiones, afirmó ayer que le «decepciona profundamente esa pachorra» que está teniendo el PSOE por «dejar pasar los días» para negociar.

Desde el punto de vista de Baldoví, lo mejor que puede hacer el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, es reunirse «a puerta cerrada y sin decir nada» con los líderes políticos e intentar llegar a un acuerdo, porque hasta ahora «se está hablando todo a través de los medios de comunicación y de tuits», cuando «el sentido común dicta que se sienten a negociar en persona porque todavía están a tiempo».

En este cruce de acusaciones, Rubén Martínez Dalmau, afirmó ayer a este periódico que existe una realidad: «Es cierto que el PSOE es mayoritario en el Congreso pero está a más de 50 escaños de tener la mayoría absoluta. Los 123 diputados del PSOE están muy lejos de los 176». Ante esta falta de diputados, Dalmau valora de forma positiva que «el PSOE hable con agentes sociales, pero tendrá que hablar y negociar un acuerdo de gobierno con las fuerzas mayoritarias que tienen los votos y si elige fuerzas progresistas tiene que ser Unidas Podemos». Es decir, Podemos duda, como en su día hizo Pablo Iglesias, como ha hecho Irene Montero o como ahora hace Martínez Dalmau, cuál es el socio preferente del PSOE. « Sinceramente, no sé qué pasa por la cabeza de Pedro Sánchez», aseveró ayer el vicepresidente podemita.

Lección de historia

«El PSOE de Pedro Sánchez ha de asumir de una vez por todas que hemos dejado atrás la historia electoral de mayorías absolutas. Si el pueblo español hubiera querido que el PSOE gobernase en solitario le hubiera dado mayoría absoluta, como lo hizo en su día con Felipe González», relató ayer Dalmau, que exige «más diálogo y mayor capacidad de crear consensos», como los ejemplos recientes en comunidades autónomas o ayuntamientos, «tanto en coaliciones de progreso como en nuestra Comunitat, Aragón, Baleares o La Rioja y también con la derecha, como ha sucedido en Andalucía y la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid». En este sentido, para el líder de Podemos en la Comunidad Valenciana, «si finalmente hay unas nuevas elecciones es porque el PSOE no ha entendido el nuevo escenario electoral en el que está y le guste más o le guste menos tiene el deber de entenderse, dialogar y llegar a acuerdos con Unidas Podemos», sentenció Dalmau.

En todo caso, para llegar este punto de entendimiento -y volvemos a Ximo Puig-, «más allá de quién conforme el Consejo de Ministros, lo fundamental es que haya un programa que solvente los problemas fundamentales que tiene la sociedad española en un escenario de dificultad». Ante la «incertidumbre política» en España y las «consecuencias negativas» que suponen no tener gobierno, con el Presupuesto General del Estado «fulminado» y la financiación autonómica en el aire, el presidente de Generalitat puso como ejemplo la Comunidad Valenciana, que «ha conseguido con estabilidad, honradez y diálogo social que todos los indicadores sean positivos», por lo que «ahora hay que garantizar esa estabilidad en España». Es decir, vuelve a estar encima de la mesa la llamada «vía valenciana».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats