Continúa el proceso de acercamiento continuo y constante de posturas entre la Diputación y el Consell. Ayer fue el turno del turismo, considerado un asunto de «política de estado», la «piedra angular» sobre la que gira buena parte de la economía de la Comunidad Valenciana y de la provincia de Alicante, que sentó en la misma mesa al presidente de la Diputación, Carlos Mazón, y el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer. En otra muestra de cooperación entre instituciones, ambos dirigentes se mostraron partidarios de seguir «profundizando y avanzando en la colaboración turística entre las dos administraciones», primero por los «antecedentes positivos de esta conjunción de esfuerzos» y segundo por tener una postura común frente a dos asuntos clave para la Costa Blanca: el Brexit y la tasa turística.

Francesc Colomer visitó ayer el Palacio Provincial para mantener su primer encuentro con Mazón desde que asumió el poder de la Diputación, donde también ostenta las competencias en materia turística. El encuentro sirvió para que los dirigentes del PP y PSOE manifestaran su oposición a la tasa turística, un «rechazo frontal, absoluto y para siempre» según Mazón, que para Colomer fue una «suerte de maldición» que «nunca sucedió», que «no está encima de la mesa» y «no formó parte de los acuerdos del Botànic II».

Después de ahuyentar este problema, ambos se comprometieron a intensificar la promoción y presencia turística en el mercado británico para paliar los efectos del Brexit. También coincidieron en la necesidad de «reinventar» el Imserso, para que no sea un sistema «tan altruista para el sector hotelero» (Colomer), donde los precios «no son razonables para las empresas» (Mazón).

Colomer no esquivó la controvertida oficina de turismo de Alicante. Primero pidió disculpas, después destacó «la gran obra que exigía la ciudad» y por último no aventuró donde se trasladará. «Estamos pendientes de la comisión de seguimiento», concluyó.