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Ni un gesto de Pedro Sánchez

Su indiferencia con la Comunidad en su debate de investidura y la actitud de marcar distancias con Compromís le genera un problema al Consell

Ni un gesto de Pedro Sánchez

Resuelto con el guion esperado el primer acto de la investidura: fracaso de Pedro Sánchez incapaz de sumar apoyos. Habrá que esperar a dentro de 24 horas para ver si la izquierda logra cuadrar un gobierno de consenso o por el contrario, como en su momento ocurría con los malos estudiantes, se deja todo para septiembre con el riesgo de que haya que volver a repetir las elecciones el próximo 10 de noviembre. Mientras, sin embargo y en el terreno autonómico, habrá que lidiar con los malos síntomas que se han transmitido durante un debate de investidura que ha terminado como empezó: sin ningún gesto claro de Pedro Sánchez hacia la Comunidad Valenciana para reforzar a Ximo Puig y, de paso, atraerse el voto en el Congreso de Compromís. Su diputado en Madrid, Joan Baldoví, se abstuvo en la sesión después de que los socialistas no pusieran encima de la mesa un calendario claro y concreto para la reforma de la financiación autonómica con la Comunidad como gran perjudicada. Era la principal petición que Compromís reclamaba para concederle su voto a Pedro Sánchez.

Lejos de eso, incluso, el cara a cara entre el presidente del gobierno y Baldoví, que tenía turno de intervención en la segunda sesión del debate celebrada ayer, fue áspero, duro y lleno de desconfianza. Sin ninguna concesión por parte del candidato socialista que, aunque no lo parezca, es el que necesitaba sumar votos para poder formar gobierno. Fue, sin duda, un cruce impropio de dos formaciones que comparten ejecutivo en la Generalitat, en las diputaciones de Valencia y Castellón y en decenas de municipios de la Comunidad. Socios preferentes... aunque, desde luego, no se haya notado durante los movimientos de Pedro Sánchez en esta sesión de investidura pendiente de lo que ocurra mañana en una segunda votación en la que el aspirante necesita mayoría simple para poder revalidar hacerse con el mando de la Moncloa.

Ya en la primera jornada, durante su discurso de investidura, Sánchez pasó de puntillas sobre los grandes asuntos de la «agenda valenciana» con una referencia genérica de apenas cuatro segundos a la reforma de la financiación sin ningún tipo de concreción cuando el modelo lleva caducado cinco años y medio y una alusión de pasada al Corredor Mediterráneo. En la segunda sesión, más allá de eso, el candidato socialista se dedicó a dar largas a Baldoví. Por momentos a «torearle» sin ningún tipo de concreción a las peticiones de los valencianistas. «Queremos que usted sea presidente... pero para eso usted tiene que negociar», le lanzó el portavoz de Compromís a Sánchez que, como réplica a Baldoví, presumió de los resultados electorales de los socialistas en la Comunidad y de iniciativas políticas que, según explicó, le han generado «dolores de cabeza» con otras autonomías.

En la tribuna, el diputado de Compromís fue muy crítico con la forma en la que el PSOE ha encarado la formación de un gobierno cuando está lejos de la mayoría al tiempo que, de alguna manera, se alineaba con las críticas de Podemos a los socialistas. «Se tienden pocos puentes y se dinamitan muchos», subrayó antes de lamentar que hayan pasado 80 días «inmóviles, empapados de vetos y ahora intentamos aporobar el examen». Parece, lamentó el parlamentario de Compromís, que lo que se busca es la «rendición incondicional al amado líder que nos llevará al paraíso con 123 diputados. Como si el PSOE fuera el único que supiera gobernar». En la réplica de Sánchez no hubo ni referencias a la «agenda valenciana» ni plazos para la financiación. Solo ataques a Baldoví.

La complicada escena política madrileña con la dificultad para formar gobierno se convierte en un problema para el Botànic. Primero, obviamente, por la distancia con Compromís, principal socio de los socialistas en la Generalitat, explicitado en las intervenciones y también en la abstención de la coalición en la votación. Segundo, claramente, por la relación con Podemos, que puede salir muy deteriorada en el caso de que se alarguen los desencuentros. Y tercero porque estamos ante un panorama que golpea directamente a Puig. No solo por lo que pueda afectar al Botànic sino también por el relato político del Consell, que quedará muy mermado en el supuesto de que Pedro Sánchez continúe sin poner fecha al cambio de modelo y de que Ximo Puig reduzca el tono y opte por perfil bajo ante la posibilidad de un retraso sin fecha de la financiación.

Oltra: «Esperemos propuestas claras y concretas a favor de los valencianos»

La vicepresidenta de la Generalitat y líder de Compromís, Mónica Oltra, explicó ayer que para que la coalición pase de la abstención al voto afirmativo en la investidura del socialista Pedro Sánchez «los intereses valencianos han de estar sobre la mesa de una forma concreta». Durante un acto en València, Oltra reconoció que «hubiera sido deseable que la investidura saliera a la primera, pero nosotros vamos a defender que o los intereses valencianos están encima de la mesa de una manera concreta, no como un deseo ni como un nos lo apuntamos, o desde luego para ese viaje de momento nos situamos en la abstención». «Espero que se produzca; nuestro planteamiento es la defensa de los intereses valencianos», recalcó Oltra.

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