Nada de pasar su primer día al frente de la Diputación de Alicante cobijado en un confortable acto protocolario en el palacio de la avenida de la Estación. El nuevo presidente del organismo provincial, el popular Carlos Mazón, empleó ayer sus primeras horas de mandato echando tiempo en la carretera. Y desplazándose hasta el último paisaje de la provincia que se ha visto dañado por la lacra del fuego, el de la sierra de Beneixama, donde un pavoroso incendio quedó extinguido el pasado viernes después de consumir 900 hectáreas.

Fue un acto simbólico -otro más de los muchos que en este arranque de legislatura ha acuñado la Diputación- no sólo por testimoniar el compromiso de Mazón y su equipo en la lucha contra los incendios forestales en pleno verano; sino porque el mandatario popular volvió a hacer gala de esa voluntad de consenso con la que ha comenzado su gestión: junto a Mazón viajaron el resto de portavoces de los grupos con representación en el hemiciclo provincial. Todos a una.

Así que allí también estuvieron el portavoz del PSOE, el alcalde de Alcoy Toni Francés; y del de Compromís, el concejal de Xaló Gerard Fullana. Es decir las caras visibles en Alicante de dos de las tres fuerzas políticas que a su vez gobiernan en València la Generalitat, en ese nuevo esfuerzo de la Diputación por diseñar consensos con el Botànic y mejorar una convivencia tan plagada de escollos en el pasado. Por supuesto, en la zona afectada por las llamas de Beneixama también estuvo el portavoz de Ciudadanos, Javier Gutiérrez, el socio del PP.

La primera visita oficial de Mazón sirvió para ofrecer el apoyo de la corporación provincial ante la magnitud del incendio y proponer «un futuro encuentro en el que valorar las necesidades para recuperar este espacio natural, que es una prioridad no sólo para el municipio de Beneixama sino también para la comarca del Alto Vinalopó y para toda la provincia de Alicante». «No podemos permitirnos el lujo de perder a causa del fuego espacios medioambientales indispensables para el equilibrio ecológico de nuestro territorio», agregó el presidente de la Diputación de Alicante en las que fueron sus primeras palabras vinculadas ya a la gestión cotidiana de la institución que dirige tras su investidura del pasado viernes.

A la visita se le quiso dar un sesgo más técnico que político, con la presencia también de alcaldes y concejales de los municipios del Alto Vinalopó, entre los que se encontraba como es lógico el primer edil de Beneixama, el socialista Vicente Ibáñez, y el inspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos, José Francisco Rubio. De hecho, Mazón también mantuvo una reunión con la dotación de Villena del Consorcio Provincial de Bomberos, a quienes agradeció su trabajo en la extinción. Fue así el primer reconocimiento de Mazón al gran colectivo de emergencias que también va a depender de su gestión a lo largo de los próximos cuatro años.

Un desastre forestal

El fuego en Beneixama comenzó el pasado lunes y fue extinguido a primera hora de este viernes, convirtiéndose así en el primer gran desastre forestal en las comarcas alicantinas en lo que va de año. No en balde, se prolongó a lo largo de cinco días y para atajarlo también colaboraron otros municipios de la comarca afectada.

En este sentido, los datos y la estrategia acerca de cómo se afrontó el incendio fueron explicados por el director de extinción del Puesto de Mando Avanzado, Antonio Córdoba, junto al Oficial Jefe de Formación, Raimundo Tomás. Córdoba destacó que en el operativo intervinieron 80 efectivos del Consorcio y 21 vehículos.

En las primeras horas del incendio, las llamas alcanzaron velocidades que arrasaban unas 200 hectáreas cada 60 minutos, lo que da una idea nítida de las gruesas dimensiones de la catástrofe forestal. No obstante, en el encuentro de ayer se puso de manifesto que los medios de extinción no solo revertieron esta situación, sino que en apenas 24 horas estabilizaron el incendio, en 48 horas lo controlaron y en sólo cinco días lo pudieron dar oficialmente por extinguido.

Después de haber logrado hilar un acto conjunto con los portavoces de la oposición en Alicante, a partir de mañana lunes Carlos Mazón pondrá su vista en el Palau de la Generalitat: lo primero que hará ya desde su despacho será pedir una entrevista con el jefe del Consell, el socialista Ximo Puig para, más allá de plasmar gestos simbólicos de buenas voluntades, comenzar a tratar asuntos más tangibles como las infraestructuras, las carreteras, el área cultural o la cooperación en diferentes ámbitos. Lo que Mazón pretende es que Puig y su gabinete tengan una visión «realista» de los problemas de la provincia para lograr cerrar las etapas de desavenencias que se produjeron en el pasado. O al menos esa es la intención.